El comandante (e) de la Policía de Bolívar, coronel Didier Mosquera, dijo que el municipio de San Martín de Loba (sur de Bolívar) pasó en calma el día de ayer.
Como se sabe, el viernes en la tarde se produjo una asonada en esa localidad, minutos después de que agentes de la Unidad Policial Minera emprendieran un operativo en contra de la minería ilegal en la quebrada La Reina, a unos diez minutos del casco urbano del municipio.
Los uniformados quemaron tres retroexcavadoras que se utilizaban en la minería, lo que enardeció a campesinos y mineros, quienes bajaron al pueblo con la intención de tomarse la estación de la Policía, en donde quemaron una camioneta policial e incineraron una lancha de la Policía del vecino municipio El Peñón, que se encontraba en el puerto de San Martín de Loba.
En los disturbios resultó muerto un lugareño llamado Neyder Arroyo Serpa, de 36 años, quien recibió impactos de arma fuego, al igual que las personas heridas. Varios policías, que permanecían encerrados en la estación terminaron golpeados con piedras y palos.
El coronel Mosquera añadió que el mismo viernes los heridos fueron remitidos al hospital La Candelaria, del municipio El Banco (Magdalena), y que solo una persona está delicada de salud, mientras que las demás están fuera de peligro.
A las 8 de la noche del viernes se logró controlar la situación con la llegada del Ejército Nacional y 70 unidades del Esmad, quienes llegaron en helicóptero desde el municipio de Aguachica (Cesar) y aún ayer mantenían vigilancia en el municipio y sobre el Río Magdalena.
Ayer se hizo un consejo de seguridad con la Alcaldía de San Martín, el Ejército, la Policía y la comunidad donde se apaciguó la situación, pero se empezó a tratar de establecer responsabilidades en la muerte de Arroyo Serpa, ya que muchas personas estaban disparando armas de fuego y bombas molotov desde las calles y la plaza hacia la estación policial.
Para tales efectos, al pueblo llegó la Justicia Penal Militar, el CTI y la Fiscalía haciendo averiguaciones para imponer responsabilidades, por lo cual la Policía decidió dejar las armas en manos de estos organismos, en aras de que la investigación fuera lo más transparente posible.
Mosquera no descartó que la asonada estuviera incentivada por los actores del Clan del Golfo y guerrilleros del Eln, quienes, según él, son los que utilizan retroexcavadoras para la extracción ilegal del oro.
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