Las hijas de Carmelo Isaac Blanco Alcázar volvieron a ver hace poco a su padre luego de un largo año separados, pero desde el sábado en la noche tres hombres se los arrebataron para siempre.
“Era un buen muchacho, trabajador y entregado a su familia”, dijo hoy en la mañana una hermana de Carmelo, en las afueras de Medicina Legal, en Zaragocilla. “No se lo merecía, es injusto lo que pasó”, recalcó.
Con dolor, ella y una prima del difunto recuerdan los últimos momentos de vida del joven, de 25 años. Su muerte ocurrió en medio de una confusión que terminó en un robo en el sector Las Vegas, de Nelson Mandela.
“No le encontraron ni su billetera ni su celular, por lo que fue un hurto, pero creemos que a él lo atacaron porque los tipos creyeron que Carmelo se dirigía a ellos”, dijo una de las mujeres.
Frase “mortal”
Blanco Alcázar estaba el sábado en la noche en Las Vegas departiendo con familiares y amigos. A las 10 p. m. subió a la moto de un amigo y juntos fueron a buscar a su compadre.
“Él se bajó de la moto y dijo ‘ahí vienen’, refiriéndose al otro amigo que esperaban, pero había cinco muchachos que pensaron que era con ellos”, relató la hermana del asesinado.
Tres de los cinco hombres señalados atacaron a Carmelo sin pensarlo. Con armas blancas lo hirieron varias veces en el abdomen. El amigo que lo acompañaba también sufrió lesiones, pero así como estaba logró avisarle a los familiares del joven lo que estaba pasando.
“A mi hermano lo atendieron en un centro asistencial de Nelson Mandela, después lo trasladaron a la clínica Gestión Salud, pero llegó sin signos vitales”, dijo la mujer.
Allanamiento y captura
La Policía Metropolitana, señaló la hermana de Carmelo, actuó rápido y en la madrugada de hoy logró capturar a los presuntos homicidas. “Con videos de cámaras de seguridad de la zona pudieron ver qué había pasado e ir tras ellos”.
Los otros dos hombres, al parecer, no tuvieron que ver con el homicidio. La Policía también se incautó de las armas que habrían utilizado los hombres en el acto delincuencial, pero del celular y la billetera no hay rastro.
La familia de Carmelo está muy dolida con su pérdida. Agradece la rápida acción de los uniformados, pero sabe que el vacío de su ser querido permanecerá. Blanco Alcázar era colombo-venezolano y vivía en La Sierrita con su esposa y sus hijas. Laboraba en lo que le saliera: fue pintor y albañil.
“Sus dos niñas pequeñas, de 3 y 5 años, llegaron de Venezuela hace poco y ahora se lo matan” “Él trabajaba era para darles el pan a sus hijas”, decían las dos mujeres en medio del llanto y el dolor.
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