No es sangre por sangre. Todo lo dejamos en manos de Dios”, eso fue lo que dijeron los parientes de Jorge Bonoliz Blanco, el joven que fue asesinado en la mañana del viernes en el barrio La Quinta.
Los dolientes expresaron que lo menos que desean es un “ojo por ojo”, pues no quieren más derramamientos de sangre.
“Ya esto pasó, listo. Dejemos eso así, porque si quisiéramos tomar venganza, hubiésemos ido a prenderle la casa al muchacho ese”, expresaron los familiares.
Igualmente manifestaron que hace dos años Jorge y el tal Lucho, como es conocido el presunto matón, tuvieron un altercado en el que el hoy occiso hirió en el rostro con una botella al hoy señalado como asesino.
En aquella ocasión, el tal Lucho, presuntamente le estaba propinando una golpiza a una prima de Jorge.
Este, al enterarse y ver lo que pasaba, llegó y le pegó un botellazo en el rostro a Lucho.
Luego de esto, otros primos empezaron a pegarle al otro muchacho. Finalmente, todo se calmó y pensaron que quedaría así, pero no, Lucho no iba a olvidar lo sucedido, a pesar de que el tiempo había avanzado.
En la mañana del viernes, mientras Jorge echaba una arena en un saco, Lucho llegó y supuestamente le dijo: “¿Entonces qué?”, a lo que Bonoliz le respondió: “¿Qué de qué?”.
Esta respuesta, al parecer, enojó a Lucho quien sacó un arma blanca e intentó agredir en varias oportunidades a su rival, quien, según los allegados, esquivó todos los ataques.
Sin embargo, en un descuido del joven de 24 años, el Lucho presuntamente le clavó el cuchillo en el pecho, justo en el lado del corazón, afectando el órgano.
Jorge se puso las manos sobre la herida y cayó en la arena que estaba recogiendo.
El presunto agresor, al ver a Jorge indefenso, quiso, según los parientes de la víctima, rematarlo, pero no fue posible, pues un menor de edad, quien notó lo que sucedía, empujó al Lucho.
Esto causó que el menor resultara herido en el abdomen, aunque no fue de gravedad.
Como pudo, Jorge caminó varios metros buscando ayuda de alguno de los residentes, pero fue un primo quien recibió la noticia por parte del menor agredido.
Bonoliz fue trasladado al CAP de La Candelaria, pero los médicos del lugar manifestaron que había llegado sin signos vitales.
Tras el hecho, el tal Lucho, cuando vio que Jorge se levantó para buscar ayuda, emprendió la huida con rumbo desconocido.
A pesar de esto, las autoridades ejecutaron un plan candado para lograr dar con el paradero del presunto matón, pero no lograron capturarlo.
Sin embargo, la familia de Jorge explicó que la mamá, supuestamente, sabe dónde se encuentra, pero que, al parecer, no quiere decir.
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