Mauricio Sánchez Montes viajó ayer a Panamá con la firme intención de tener noticias sobre el paradero de su mamá, la señora Edith Montes Guzmán, de 67 años, desaparecida en una avalancha ocurrida en Panamá el pasado miércoles.
Él llegará hasta la provincia de Chiriquí, más exactamente al poblado de Bambito, en un sector donde hay varias fincas y en donde se encontraba su mamá el día del siniestro.
“Ella trabaja cuidando a una niña. Estaba con sus patrones cuando una avalancha de tierra arrasó con todo lo que encontró a su paso. Lo poco que sabemos es que estaba con al menos ocho personas y, al parecer, de ese grupo la única desaparecida es ella. Por eso yo mismo me voy a apersonar de la situación para saber realmente qué pasó y estar al frente de la búsqueda de mi mamá. Guardamos la esperanza de que esté bien”, aseguró momentos antes de abordar ayer el avión que lo llevaría rumbo a Panamá.
Sobre la avalancha, los datos que se tienen es que se produjo como consecuencias de las fuertes lluvias que se generaron en el Caribe por el paso del huracán Eta. En la zona de Chiriquí, donde estaba esta mujer oriunda de San Juan Nepomuceno, Bolívar, el último reporte que se conoce es que son cinco las personas desparecidas de distintos sectores, como consecuencias del desbordamiento de un río que apresuró el deslizamiento.
Precisamente esa avalancha paso por donde se encontraba la sanjuanera y sus demás acompañantes, pero desafortunadamente es ella la única que no aparece de ese grupo.
Sánchez Montes explicó que el miércoles en la noche fue que recibieron una llamada en donde les informaban de la desaparición de su progenitora, por lo que de inmediato se pusieron en contacto con el consulado para recibir directrices. Sin embargo, precisó, que desde entonces no han recibido ninguna clase de llamada ni de la Cancillería ni de la Embajada colombiana en ese país.
Mauricio dijo que su madre lleva 17 años viviendo en Panamá y desde hace unos siete años estaba trabajando con las personas con las que se fue a estar una temporada en esa finca, pues ella tenía a su cuidado a uno de los niños de la pareja para la cual laboraba. Edith tiene dos hijos y con su labor los ayudó a formarse como profesionales.
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