El temor y la zozobra son lo que se respira en el ambiente en el municipio de Villanueva (norte de Bolívar) un día después de la carnicería de la que fueron testigos sus residentes durante la tarde del viernes, cuando miembros de las pandillas Los del Bronx y Los Paquetrines se enfrentaron ferozmente, dejando como saldo dos personas muertas y otra gravemente herida.
La tarde del viernes se notaba tensa, como si los habitantes del pueblo supieran que algo malo se avecinaba, pero con la incertidumbre de saber qué era exactamente. De un momento a otro, cuando los villanueveros realizaban sus acostumbradas labores, ocurrió la desgracia.
José David Pérez Carpio, bañado en sangre, ingresó al hospital local tras ser herido con cuchillo y machete a manos del presunto líder de la pandilla de Los Paquetrines, quien, según la Policía, fue identificado como Luis Pérez Pérez, más conocido con el alias de El Rochi.
Narraron los lugareños que José David, conocido como El Cachaco, quien era residente del barrio Miraflores y presunto líder de Los del Bronx, bajó hasta las inmediaciones del barrio Villa Camila, lugar al que, al parecer, no tenía permitido llegar por ser del bando rival.
Allí se puso a esperar a un amigo que llegaría al pueblo.
Luego de aguardar varios minutos al conocido, El Cachaco decidió regresar a su barrio en una moto en la que iba como parrillero. Pero, antes de poder arrancar, fue interceptado por El Rochi, quien, presuntamente, lo atacó de manera salvaje, sin cruzar palabra alguna, y le propinó varias cuchilladas, además de que lo macheteó.
“Supuestamente, cuando le estaban dando El Cachaco decía: ‘ya me pasaste, ya déjame’. Pero el otro man no comió de nada y siguió dándole”, aseguró uno de los testigos.
Dicen los vecinos que, una vez terminó de agredir a su víctima y de dejarla al borde de la muerte, Luis cogió el cuchillo y lo lamió, demostrando la sevicia con la que había atacado a su rival. Luego se fue.
José David fue auxiliado y trasladado en una moto al hospital de Villanueva, de donde los médicos decidieron remitirlo a la Clínica Madre Bernarda, en Cartagena, debido a la gravedad de sus lesiones. Y aunque los galenos intentaron salvarle la vida, fue imposible.
Una vez que los conocidos de Pérez Carpio se enteraron de las causas de la muerte del joven, de 23 años, decidieron armarse y llegar hasta el barrio Villa Camila para cobrar venganza por la muerte de quien fuera miembro de la pandilla del Bronx.
“De allá bajó una cantidad de gente. Eran como 200 personas y se metieron en el sector Las Casitas y fue cuando pasó lo que pasó”, dijo un testigo, quien pidió la reserva de su identidad.
Los bandos se enfrentaron en una riña encarnizada en la que El Rochi resultó herido de dos balazos. Uno en el tórax y otro más en la espalda.
Esto no fue suficiente para los que reñían. Por tal razón continuaron con la confrontación a tal punto de propinarse machetazos. Y finalmente, en medio del tropel, resultó muerto Yeiner Ruiz Gómez, de 20 años, quien sufrió tres machetazos. Uno en el hombro izquierdo, otro en la espalda y uno más en la cabeza que le provocó exposición de masa cerebral.
Una vez se calmó todo, Yeiner Ruiz Gómez y Luis Pérez Pérez fueron trasladados al hospital de Villanueva, pero, en vista de las graves lesiones que tenían, los remitieron a Cartagena.
A Yeiner intentaron ingresarlo en la Clínica Madre Bernarda, pero decidieron llevarlo hasta el Hospital Universitario del Caribe, donde, según el reporte de los médicos del lugar, ingresó sin signos vitales.
De otra parte, a El Rochi lo remitieron a un centro médico diferente, donde permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pues su estado de salud está delicado, debido a los disparos que le propinaron en medio de la reyerta.
Eurípides Velasco Mendoza, alcalde de Villanueva, manifestó que lamenta mucho las pérdidas que se dieron en medio de los hechos ocurridos el viernes en la tarde.
Sin embargo, expresó que no puede permitir que estos hechos sigan sucediendo, razón por la que decidió, a través del decreto 008 del 04 de enero del 2019, implementar las medidas restrictivas para garantizar el orden público y la sana convivencia.
El decreto contempla el toque de queda, ley seca, prohibición de marchas, manifestaciones, aglomeración de personas, funcionamiento de establecimientos públicos, desde el mismo viernes 4 hasta el 8 de enero, en el horario comprendido entre las 8 a. m., hasta las 4 de la tarde.
De acuerdo con el mandatario, estas medidas extremas buscan evitar que continúe la matanza entre los mismos residentes del pueblo y así mismo “restablecer el orden público y la sana convivencia en el municipio”.
A pesar de las medidas que ha decidido el alcalde Velasco Mendoza, el ambiente entre la población villanuevera está tenso.
Muchos de los residentes manifestaron que tienen temor de una nueva arremetida por parte de los dos bandos y que esto se convierta en una batalla campal en la que resultarían muchas personas inocentes en medio de la riña. Algunas otras personas prefirieron no hablar al respecto por temor a represalias por parte de los miembros de las pandillas implicadas.
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