A la edad de 8 años, cuando apenas amasaba en sus pies la arena de Cartagena, luego que sus padres emigraran de Cali, Daniel Espitia García ya dejaba ver cuál era su gran pasión: el béisbol. Lo jugaba con sus amigos de barriada, con los que también se iba hasta Los Calamares a bañarse en la llamada Poza del Molino. Saltaba de un lado a otro y le decía a sus familiares que era el mejor nadando. “Decía que era un pato”.
Desde entonces, así lo llamaron por cariño los suyos. Fue ese el remoquete con el que se dio a conocer años después en la Heroica, cuando sus sueños de niño se convirtieron en la realidad del hombre. Se hizo jugador profesional de béisbol. Daniel ‘el Pato’ Espitia.
De su larga trayectoria en el mundo del deporte y sus logros posteriores como entrenador y scout de los Piratas de Pittsburgh en Colombia, son muchos los que conocen. De lo que poco se sabe es del presunto imprudente que manejaba una moto y lo arrolló cuando, al parecer, cruzaba una “cebra” en la Avenida Pedro de Heredia, frente a la Plaza de Toros.
Pero además de arrollarlo mientras, según sus familiares, realizaba un pique, el motociclista dejó abandonado a su suerte al hombre de 69 años. El hecho ocurrió el domingo, a las 8:30 p. m. y ayer, a esa misma hora de la noche, el ‘Pato’ Espitia murió en el Hospital Universitario del Caribe (HUC), tras los golpes que sufrió.
Caleño que sabe de béisbol
Espitia García vivía en Escallón Villa, en la calle que está frente a la Plaza de Toros. Tenía tres hijos y era el penúltimo de 7 hermanos.
Fue jugador de béisbol de primera categoría en Bolívar y ocupó la posición de catcher, contaron sus parientes. En su juventud jugó en el equipo de Kola Román de Getsemaní, colchones Barakat, entre otros.
Pero sin duda su mayor reconocimiento lo obtuvo por su trabajo como scout o “caza talentos” del equipo Piratas de Pittsburgh, logrando firmar a peloteros como Yamit Haad o Harold Ramírez, el último que impulsó.
Era entrenador del equipo Piratas, de Colombia, con equipo juvenil y de mayores. Los parientes de Espitia Gómez contaron que se la pasaba metido en el estadio 11 de Noviembre, realizando sus labores. Allí todos reconocían al “Caleño que sabía de béisbol”, al “moreno de ojos azules”. Sin embargo, toda su alegría y su “mamadera de gallo” se apagaron el domingo pasado en la noche.
Vuelto a la vida
Ese día, contó su hija Merlin Espitia, pasó en el estadio 11 de Noviembre y en la noche decidió regresar a casa tras terminar sus tareas.
“Iba a cruzar la Avenida Pedro de Heredia y se puso en la ‘cebra’. Una camioneta se detuvo para que él pasara, pero cuando lo hizo una moto, una Pulsar de color blanco que hacía un pique lo atropelló y lo mandó a otro carril del impacto. Antes, la moto había chocado con otra. Mi papá quedó tirado en el piso y sufrió un golpe en el tórax. El de la moto se fue cuando vio lo que había hecho y de él no sabemos nada. Una ambulancia que casualmente pasaba por allí llevó a mi papá al Hospital Universitario”, explicó Merlin Espitia. La misma relató que al hospital llegó sin signos vitales, pero lo reanimaron y estabilizaron. A Daniel Espitia lo sometieron a un coma inducido, esperando que las lesiones internas desinflamaran.
El martes a mediodía sufrió un paro cardiaco, al que se sobrepuso. El segundo, a las 8:30 de ese mismo día, no lo aguantó. Siempre estuvo inconsciente luego del accidente.
El caso es investigado y buscan si hay cámaras de seguridad en la zona que hayan captado el accidente. Al ‘Pato’ Espitia lo velan en Jardines de Cartagena. Hoy, de 8 a 11 a. m., su cuerpo será llevado al estadio 11 de Noviembre, donde se le rendirá un homenaje. Luego, será devuelto a Jardines de Cartagena. Allí será sepultado.
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