Han pasado cuatro días y faltan aún más para conocer las verdaderas causas de la muerte de Isabella Rhenals Pereira, una niña de nueve años, que cayó desplomada durante la jornada de recreo en la Institución Educativa Aguas Negras, zona rural de Montería, donde cursaba cuarto grado de primaria.
Ella había salido a descansar, como de costumbre, con el resto de compañeras de la institución y a los pocos minutos cayó en el patio del colegio, ante la mirada desesperada de todos los que la acompañaban.
El profesor Antonio Valdez, quien estaba muy cerca del lugar, corrió en su ayuda. Trató de brindarle los primeros auxilios, pero en vista que tenía un golpe en la cara corrieron con ella para el Camu del barrio Mocarí, que era el más cercano del colegio.
Allí trataron de reanimarla, pero la niña había llegado muerta. Hasta el momento nadie conoce las verdaderas causas del hecho, pero en el barrio donde residía, la urbanización Comfacor en Garzones, en el extremo norte de Montería, señalan que en varias oportunidades había sufrido desmayos y el sistema de salud había desestimado su patología.
Algunos compañeros indicaron que en días pasados ella se había dado un fuerte golpe con la pared de la institución y que también sufrió un desmayo. Sus padres, Estandy y Ana, la llevaron al médico, pero en esa oportunidad tampoco ahondaron en el problema y no autorizaron exámenes que permitieran establecer la causa de los desmayos y la secuela de los golpes.
En esa oportunidad le ordenaron un hemograma, el cual arrojó como resultado una fuerte anemia. Le formularon pastillas y una mejor dieta alimenticia, pero una vez más obviaron investigar las causas que estaban generando el mal.
Ahora sus padres deberán esperar por lo menos un mes más para que Medicina Legal entregue el informe de lo ocurrido y se establezcan las verdaderas causas de la muerte de Isabela, la niña que corría feliz por las calles de Garzones, tras el sueño de convertirse en una importante profesional.
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