¿Venganza? Esa es una de las hipótesis que investiga la Policía en torno al asesinato de Cindy Pitalúa Herrera.
El cuerpo de la joven, de 27 años, es encontrado el domingo a mediodía en un lote enmontado cercano a la urbanización La Carolina, en el Suroriente de la ciudad.
Según las indagaciones, el crimen sería cometido por un hombre que hace días manifiesta que la mataría para vengar la muerte de un amigo que ocurrió hace cinco años. Esa es la información que manejan las autoridades, que además confirman que se trataría de la misma mujer apodada ‘la Cuello Sucio’, y que capturan en 2014 por el homicidio de Marlon Montaño, un adolescente, de 16 años.
En ese entonces, se dice que la mujer sería parte de una pandilla denominada ‘los Cocos’ que se enfrenta con las de ‘los del Campo’, en el barrio El Pozón, hecho en el cual muere Montaño.
Una tía de Cindy que se encarga de las diligencias para reclamar su cadáver ayer en Medicina Legal asegura que su sobrina si es enviada a la cárcel, pero tiempo después es dejada en libertad porque el juez no halla pruebas suficientes en su contra.
También indica que no pueden hablar de una venganza, porque no saben cómo suceden las cosas entre la noche del sábado y la madrugada del domingo. “Si la dejaron libre hace dos años es porque no demostraron que ella era culpable. Cómo se puede decir que es una venganza”, cuenta la mujer, quien prefiere no dar su nombre.
Los dolientes de Pitalúa aseguran que ella nunca dice que está siendo amenazada, ni se muestra intranquila en los últimos días.
“No se puede desconocer que estuvo metida en problemas y que consumía drogas, pero no sé sí la amenazaron. No me dijo nada. Cuando pasó lo del homicidio ese, ella me buscó y me pidió que la ayudara para demostrar que era inocente. Yo misma la llevé a Manga -Comando de la Policía- para entregarse. Ella siempre dijo ser inocente de eso”, agrega la tía.
Las investigaciones para esclarecer este hecho de sangre cuentan con el testimonio de una amiga de Cindy que estaba con ella el sábado en la noche en un bar en el barrio Villa Estrella.
A Cindy, según su amiga, la invita a ir a otro lugar un individuo en moto que se hace llamar ‘el Menor’. Pese a las advertencias de su amiga, Cindy sube a la moto y no la vuelven a ver.
A las 12:30 de la tarde del domingo, el cuerpo de la mujer es hallado con tres cuchilladas en el pecho cerca de La Carolina. Su mamá, quien en la madrugada tuvo alucinaciones con ella, fue quien la identificó al ser avisada por vecinos y por la Policía.
Cindy Putalúa deja dos hijos, de 11 y 9 años. Vivía con su mamá y su hija menor y, actualmente no trabajaba.
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