Matan a campesino en el corregimiento de Arenas

El hecho que se presentó a las 5:30 de la mañana en la finca Las Brisas ha generado todo tipo de manifestaciones porque mantiene alterada la tranquilidad de quienes residen en esa zona de  San Jacinto.
Navarro Villegas, se encargaba de la administración del predio desde el año 2009, pero hasta el momento no había tenido problemas con ninguno de los vecinos, quienes intentaron socorrerlo pero ya era demasiado tarde.
Glenis Cortez Álvarez, esposa de la víctima, asegura que el día de la tragedia, dos hombres que se identificaron como miembros de la Sijín de la Policía llegaron a la finca que administraba su esposo y le pidieron la cédula, el teléfono celular y un permiso para realizar una inspección a la vivienda porque al parecer él guardaba un arma de fuego allí.
“Posterior a eso le dijeron al labriego que los acompañara donde se encontraba otro grupo de hombres que necesitaban hablar con él, y salieron y en cuestión de cinco minutos se escucharon los disparos que habían acabado con la vida de mi marido”, expresó la mujer.
Agregó que enseguida su cuñado salió a ver qué había pasado y se encontró con el cuerpo de  Juan Navarro Villegas, tendido en el suelo sobre la carretera, con tres disparos en la cara y sin signos vitales.
De inmediato dieron aviso a las autoridades policivas, las cuales se movilizaron hasta el sitio de los hechos pero cuando llegaron solo encontraron el cadáver de la víctima.
Agregó que su esposo no había manifestado haber tenido amenazas o un problema con nadie, y que el pasado lunes estuvo en San Jacinto cancelando la cuota de un préstamo que le habían hecho para comprar unas vacas en meses pasados.
Por su parte vecinos del sector manifestaron no haber escuchado ruidos de ningún tipo de vehículos, únicamente los disparos que acabaron con la vida del campesino. El cuerpo fue dejado tendido sobre la carretera que va de la cabecera municipal hasta el corregimiento.
El CTI de la Fiscalía de El Carmen de Bolívar adelanta las investigaciones para dar con los responsables de los hechos.
Navarro dejó seis hijos, y era  el cuarto de seis hermanos de una familia humilde de El Carmen de Bolívar.
Debido a lo ocurrido, el alcalde de San Jacinto, Hernando Buelvas Leyva, realizó un consejo de seguridad en esa población para crear mecanismos que contrarresten ese tipo de hechos violentos, y le solicitó al comandante del Departamento de Policía de Bolívar un aumento en el pie de fuerza.