Carlos Mario Navarro Mendoza había llegado al barrio San Fernando, de Malambo, el pasado domingo. Llegó a casa de su hermano Gabriel para ayudarlo en unos trabajos de albañilería, pero la muerte lo sorprendió el viernes en la noche en momentos en que había un culto cristiano en la calle 26 con carrera 10A del mencionado barrio.
El menor, de 17 años, recibió un impacto de bala en el pecho, otro en una de sus axilas y uno en cada brazo. El adolescente, natural de Cartagena, llegó sin vida al hospital de Malambo.
En los mismos hechos resultó herido otro joven identificado como Manuel José González Santos, de 20 años, con un impacto en el muslo de la pierna izquierda.
Según la familia de Carlos Mario, era la primera vez que llegaba a casa de su hermano en Malambo.
“Él salió de la casa y se quedó en toda la esquina. Luego llegó el otro muchacho y en ese momento fue cuando aparecieron los hombres en moto y empezaron a dispararle directamente a Carlos Mario. Él trató de correr y de esconderse en la tienda que está allí, pero le dispararon en varias ocasiones”, dijo Yésica Camargo, cuñada de la víctima.
Algunos vecinos señalaron que Carlos Mario estaba esperando que su hermano se desocupara del culto cristiano que en ese momento se realizaba en plena calle.
A los agresores no les importó que había una gran cantidad de personas escuchando la Palabra de Dios.
“Eran dos muchachos en una moto; y en otra, había una muchacha con otro pelao. Los que sacaron el arma fueron los que iban en la primera moto y empezaron a disparar”, dijo una vecina.
La Policía informó que en un plan candado fue capturado Juan Steven Pérez, en momentos en que se movilizaba en una motocicleta con una adolescente de 14 años por el barrio Centro del municipio. Según información de testigos, Juan Steven habría participado en el crimen.
La familia cree que todo se pudo obedecer a una equivocación, porque Carlos Mario era la primera vez que visitaba a su hermano en Malambo.
“Nunca fue por allá, pero sí había venido al barrio Rebolo, de Barranquilla, donde una hermana”, dijo Shirley García Hernández, madre del adolescente, quien llegó ayer procedente de Cartagena a reclamar el cuerpo de su hijo.
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