Destrozada y en medio de una profunda tristeza, llegó ayer a Medicina Legal Delsy Hernández, la mamá de la pequeña María Paula Florián, la dulce y alegre estudiante de 11 años que perdió la vida luego de un voraz incendio al interior de una vivienda del barrio Bellavista, (Usaquén), la tarde del viernes.
El informe preliminar daba cuenta de que la menor de edad habría muerto por por asfixia. Pero su mamá aseguró, que tras ver el cadáver de su bebé, pudo confirmar que “María Paula había sido asesinada y que el incendio lo provocaron los hombres que la violaron para ocultar el crimen”.
Su dolor. “A mi niña la mataron. Ella tenía una cortada en su cuello. También tenía tres puñaladas en el tórax. Estoy segura que también la violaron”, contó la madre.
Sin embargo, ella también es consciente que el dictamen de Medicina Legal determinará las verdaderas causas de la muerte de la pequeña y la investigación de la Fiscalía dirá las causas por las cuales se pudo originar la conflagración en la que sobrevivió, de milagro, el hermanito de Paula, de dos años.
Según la madre de Paula, “una vecina era la encargada de cuidar a los niños todos los días hasta las 6:00 p.m. Pero tenía la mala costumbre de entrar hombres quién sabe para qué. El día de la muerte de Paula, continúa ella, ingresaron dos hombres y ella salió misteriosamente de la casa. Tiempo después comenzó el caos de las llamas y pasó lo que pasó”, reiteró llorando.
La niña, según testigos, fue hallada por un valiente vecino que rompió las chapas y ventanas de la casa y la encontró en el interior de un baño. Lastimosamente cuando la sacaron no tenía signos vitales y la dejaron sobre el pavimento hasta la llegada del CTI.
Mientras el misterio se resuelve y los dictámenes forenses y la investigación judicial avanza, la familia de María Paula dijo que ella “era una niña muy alegre y que estaba feliz de estudiar en el colegio Aquileo Parra, de Verbenal, donde cursaba tercero de primaria. Le gustaba mucho reír y compartir con sus amigos”.
Es una pena que el viaje al más allá de María Paula, esté marcado por este velo de incertidumbre sobre las causas de su muerte. Por lo pronto, y a manera de consuelo, el milagro en medio de la tragedia, es que su hermanito se encuentra estable.
Aunque tendrá que crecer con el horrible recuerdo de haber llorado impotente durante horas dentro de una casa en llamas, mientras su hermanita posiblemente era abusada, degollada y asesinada por desconocidos.
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