Fueron muchos los ruegos por parte de los familiares de Asneider Oyola Zúñiga. El policía sostenía una batalla titánica contra la muerte, pues tenía la mayor parte de su cuerpo quemado tras recibir una descarga eléctrica mientras estaba en el balcón de su casa, en el barrio Pedro Salazar (junto a Santa Rita).
Sin embargo, su suerte ya estaba echada y el jueves en la tarde las esperanzas de los suyos se fueron a pique. A las 6 p.m. de ese día, el policía murió en el hospital Camino Adelita de Char, en Barranquilla, luego de sufrir un paro cardiorrespiratorio. El uniformado tenía 24 años y hace cuatro hacía parte de la Policía Nacional. Nació en San Bernardo del Viento, Córdoba, y desde hace poco más de dos años prestaba sus servicios en Cartagena.
Vivía en el barrio Pedro Salazar y aunque no tenía hijos, los suyos cuentan que criaba a una sobrina. El martes pasado, poco después de las 5 de la madrugada, le llegó la mala hora. Estaba en el balcón de su residencia y con un tubo metálico intentaba coger un paraguas que cayó a un pequeño techo del primer piso. En el intento, tocó accidentalmente con el tubo unos cables de alta tensión.
Recibió una descarga eléctrica y sufrió quemaduras en el cincuenta por ciento de su cuerpo. Lo llevaron a la Clínica San José de Torices y de allí al hospital de Bocagrande. En la noche del mismo día, lo trasladaron al hospital en Barranquilla, en el que murió. Su cuerpo será llevado a San Bernardo del Viento, donde lo sepultarán.