Las lágrimas no se hacen esperar en Shirly Castro cuando ve a su hijo sin el dedo medio de su mano izquierda.
A su mente llega el recuerdo de un absurdo accidente que por fortuna no fue mayor, y junto al llanto se pregunta qué será del pequeño de ahora en adelante con la manito incompleta.
El accidente
El pasado viernes 21 de julio, el hijo de Shirly se encontraba en clases, en la Institución Educativa Las Américas, ubicada en el sector Las Américas de Olaya Herrera. Ya estaban a punto de salir, cuando a las 5:30 p. m. otro muchachito llega corriendo a su casa a avisarle de lo ocurrido.
“Me dijo que se había cortado. Mi cuñado salió enseguida y cuando llegó al colegio le dijeron que se lo habían llevado para la Clínica Madre Bernarda. Él se los alcanzó en una moto y después me llamó a decir que el niño perdió el dedo, que salió con el dedo mocho del colegio”, relató la madre de familia.
Sobre el accidente, le explicaron que el niño se había montado en un pilar dentro de la capilla y le llamaron la atención, por eso se tiró y al caer el pilar se le fue encima cortándole la mitad del dedo de forma inmediata.
No se lo salvaron
Fueron dos docentes las que llevaron al niño de urgencias. Sin embargo, el equipo médico optó por hacer la amputación.
“El dedo lo metieron en un tarro con agua fría, pero lo ideal era que lo metieran con hielo y sal para que se conservara. Llegó desangrado. El médico dijo que podía pegarlo pero después iba a ser perjudicial porque ya había perdido la movilidad en los tendones y más adelante podía gangrenar y perder la mano completa. Lo que hicieron fue recortárselo y el sábado me le dieron de alta”, explicó Shirly.
El niño tiene 7 años y cursa primero de primaria. Sus padres analizan la posibilidad de cambiarlo de colegio debido al poco acompañamiento que han sentido por parte de las directivas.
El niño perdió el dedo medio de su mano izquierda.
Conciliación
El abogado Andrés Carvajalino, especialista en derecho contencioso administrativo, asumió el caso y afirmó que la institución educativa no ha hecho el acompañamiento que debía hacerse. “Ahora vendrá la correspondiente solicitud de conciliación ante la procuraduría delegada pasa asuntos de lo contencioso administrativo. La idea es buscar una compensación.
La docente a cargo del salón tenía una población superior a los 40 alumnos establecidos por la norma, además, llama la atención que no se activó un protocolo de emergencia para minimizar el impacto del siniestro. Tampoco había un botiquín de primera generación que quizá hubiera permitido mantener en estado de conservación el miembro cercenado”, explicó el abogado.
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