Se cayó mientras llevaba un cuchillo en la mano. Aunque lo recogió una ambulancia no tuvo atención médica y murió de camino a Cartagena.
Una de las lecciones que siempre recuerdan las abuelas es la de no correr con cuchillos en las manos, pero al parecer, el pequeño Miguel Francisco Arrieta Meléndez, de 11 años de edad, desconocía esta vieja advertencia.
Eran las 7:30 de la noche del viernes cuando Miguel y varios primos se reunieron para pelar un pomelo y el niño fue el encargado de ir a buscar el cuchillo.
Luego de haber pelado la fruta, Miguel tenía la misión de regresar el cuchillo a la cocina de su casa. El niño, con una torreja de pomelo en una mano y el cuchillo en la otra llegó hasta la terraza de la casa, pero una vez ahí Miguel comenzó a correr para llegar hasta la cocina, pero justo cuando llegó a la puerta del patio, salió la mascota de la casa.
Miguel se tropezó con la perra y se fue de frente hacia el piso, con tan mala suerte que el cuchillo se le incrustó en el cuello.
Con el cuchillo en la mitad de la garganta, Miguel fue auxiliado por uno de sus hermanitos quien se lo extrajo.
Justo en ese momento, regresaba su mamá, quien había salido momentos antes a comprar medicinas para otro de sus hijos quien se encontraba con fiebre.
Al verlo tendido en el piso y sangrando profusamente, su madre lo tomó en brazos y lo llevó desde su casa, ubicada en el sector La Ceiba hasta la Vía al Mar pidiendo ayuda.
Eran pocos los vehículos que pasaban y ninguno se detenía a auxiliarlos. Luego de unos 30 minutos en el lugar, llegó la ambulancia de ese corregimiento y emprendieron el camino hacia Cartagena.
“A él no le pusieron oxígeno ni nada, solo lo llevaban ahí. Ya estaba inconsciente y no aguantó el camino”, expresó Sandra Coronel Jiménez, tía del menor.
Cuando el vehículo iba a la altura del corregimiento de Arroyo de Piedra, a tan solo 20 minutos de Cartagena, un paramédico del Consorcio Vial, que encontraron en el camino, le tomó los signos vitales al niño y constató que había muerto.
No hubo atención médica
La familia de Miguel Francisco, lamenta la mala hora que tuvo el niño, pero también está indignada por lo que debió padecer por la falta de servicios médicos en la población.
Dicen que la ambulancia se tardó en llegar y no había médicos. Durante el recorrido, al niño no le prestaron atención médica y por eso se desangró.
“El puesto de salud de aquí funciona por días porque no hay un médico fijo, sino que atiende los otros corregimientos también. Cuando aquí hay una emergencia tenemos que coger una moto que nos cobra 5 mil pesos y nos lleva por una trocha hasta Santa Catalina”, se queja la tía del menor.
Lo devuelven a casa
Ya en Arroyo de Piedra, corregimiento de Cartagena, y con el niño ya muerto, tomaron la decisión de regresarse a casa, hasta donde llegó la policía a hacer el levantamiento del cadáver.
Miguel Francisco, cursaba tercero de primaria en la Institución Educativa Loma de Arena y era el segundo de cuatro hermanos.
Hoy en la tarde, se cumplen sus exequias en el cementerio de ese corregimiento del municipio de Santa Catalina.
Sucesos
Niño muere desangrado en Lomita Arena
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