La mañana del sábado 22 de mayo fue diferente para quienes conocían a Oswaldo Mejía García: no salió a tomar café con su vecino, como lo hacía todos los días.
Sus familiares no entienden qué pasó, quién o por qué lo asesinaron. Están tan perplejos con su muerte que le piden con urgencia a las autoridades que investiguen, ya que ellos no tienen idea de qué pudo haber ocurrido.
A Oswaldo lo encontraron en la finca en que vivía, en el sector Los Camarones, de Santa Rosa de Lima, en la vía que va al municipio de Clemencia. Su cuerpo lo hallaron con múltiples heridas, tenía impactos de bala, rastros de haber sido agredido con machete y de ser degollado.
El portón abierto
Eran las seis de la mañana del sábado. El vecino de Oswaldo se extrañó de que el hombre no saliera a tomar café con él, pero lo que más lo inquietó fue que la puerta de la finca estaba abierta. Cuando entró, halló la terrible escena.
Oswaldo tenía, según su familia, 62 años y de esos más de 40 viviendo en ese lugar, donde nunca había tenido problemas, ni recibido amenazas.
Marlene Torres Mejía, su hermana, no sale del asombro. Pide a las autoridades que investiguen el cruel asesinato y den con quien o quienes lo hicieron. La mujer aseguró que Mejía García tenía esposa y dos hijos, pero vivía solo en esa finca.
Marlene manifestó que aunque ella y el resto de la familia viven en Cartagena, sí tenían conocimiento de que una banda estaría azotando a las fincas del sector donde asesinaron a su hermano. Al parecer, robaban gallinas, pavos y otros animales; pero que desconoce si esa banda estaría implicada en lo que ocurrió.
Las autoridades locales dicen que la muerte de Oswaldo pudo haber ocurrido en la tarde, casi noche, del viernes por varios indicios que encontraron.
El hombre tenía una lámpara en la mano, con la que estaría alumbrando su camino en la oscuridad. También hallaron un plato con comida en la vivienda, cerca a la víctima.
Un año atrás
En el sector Los Camarones no es la primera vez que ocurre un hecho así. Hace un poco más de un año asesinaron a un padre y a su hijo cerca de donde ocurrió la tragedia de Oswaldo.
A las 11 de la mañana del 14 de febrero de 2020, la Policía halló los cuerpos de John Jairo Julio Escorcia, de 33 años; y de su padre, Antonio Julio Barreto, de 74, con varios balazos.
Las primeras versiones señalaban que ellos, en horas de la tarde, siempre regresaban a su vivienda, en el barrio El Caño, del municipio de Clemencia. Sin embargo, al no regresar ese día como de costumbre, un familiar fue en su búsqueda y al llegar al predio se encontró con una escena desgarradora: los cuerpos de ambos en el suelo y con balazos en la cabeza.
Sobre ese doble crimen, la Policía dijo que, al parecer, se trataba de una retaliación por abigeato.
Comentarios ()