En un hecho sin precedentes en Colombia y ante los familiares de las víctimas, un militar reconoció su culpabilidad en el asesinato de personas inocentes en uno de los llamados falsos positivos.
El suceso se dio en horas de la mañana de este jueves en la ciudad de Sincelejo y el protagonista fue el coronel retirado del Ejército Luis Fernando Borja Aristizábal, ex comandante de la Fuerza de Tarea Conjunta de Sucre, con sede en el municipio de Sincé.
Borja Aristizábal, en ese momento, con jurisdicción en poblaciones de los departamentos de Sucre y Córdoba, fue el mando a través del cual se dio la orden que generó el asesinato de once jóvenes del municipio de Toluviejo, hace 14 años.
El coronel retirado es el único militar que ha dado la cara a la justicia aceptando su culpabilidad, además de pedir perdón a los familiares de los jóvenes asesinados, quienes fueron presentados como guerrilleros dados de baja en combates con el Ejército.
Reciba noticias de El Universal desde Google News El ex uniformado aportó información a las entidades del Sistema Integral para la Paz: compareció ante la Justicia Especial para la Paz (JEP), apoyó a la Unidad de Búsqueda y de Personas dadas por Desaparecidas y a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad.
Cabe anotar que el encuentro de Borja Aristizábal y los familiares de las víctimas para reconocer públicamente sus responsabilidades en el atroz crimen, se dio gracias a una solicitud del mismo ex militar y una gestión de la Comisión de la Verdad.
También vale resaltar que solo cuatro de los once jóvenes asesinados, fueron ultimados por tropas al mando del coronel retirado del Ejército Luis Fernando Borja Aristizábal, los otros siete habrían sido masacrados por hombres del Gaula de Córdoba.
Sin embargo, Borja Aristizábal tomó también la vocería en representación de los miembros del Gaula Córdoba, quienes habrían ejecutado a esos otros siete jóvenes, reconociendo sus culpas delante de los familiares de la víctimas.
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Con esto último, el coronel retirado del Ejército, busca animar a otros militares envueltos en falsos positivos para que también reconozcan sus culpas y contribuyan al duelo de las madres, padres, hermanos y viudas de las víctimas.
Durante el acto efectuado en un lugar campestre a las afueras de Sincelejo, Borja Aristizábal, admitió que la orden que generó las muertes extrajudiciales de los once muchachos toluviejanos fue dada por el general Mario Montoya.
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