Algunos habitantes de un sector del barrio Sourdís de Barranquilla quisieron tomar la Justicia por su manos, al destruir por dentro y luego prenderle fuego a la residencia del joven de 16 años, quien está señalado de presuntamente haberle dado muerte a la niña María José Ortega Ballestas.
Según las informaciones recopiladas en el sector, algunas personas ingresaron por un pasadizo y ya dentro de la casa empezaron a destruir todo lo que encontraron; luego, al parecer, rompieron un tubo de gas natural y le prendieron fuego. Otros habitantes del barrio llamaron al Cuerpo de Bomberos para que controlara el fuego y no se extendiera hasta las otras viviendas.
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Cuando la máquina del Cuerpo de Bomberos llegó los revoltosos no dejaban ingresar a los socorristas para apagar las llamas y los atacaron a piedras. La Policía tuvo que intervenir para que los operarios de la máquina pudieran cumplir su labor. Y luego de un tiempo lograron controlar el fuego.
El joven de 16 años, que vive a tres casas donde vivía la niña María José, fue detenido el día domingo, luego que investigaciones realizadas por la Policía condujeran a que sería el responsable material del asesinato de la menor de 6 años de edad. También fue detenido Jimmy Chapman, quien sería el autor intelectual.
Ambos están a la espera de la audiencia de legalización de captura, la cual se estará llevando a cabo este lunes por la tarde en el Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla.
Sobre lo sucedido en la residencia del joven, el Comandante de la Policía Metropolitana, General Mariano Botero Coy, dijo que “queremos hacerle un llamado a las personas para que tomen las cosas con calma y no tomen por sus manos la Justicia. Estas personas están detenidas y se les está haciendo el debido proceso; además, los familiares de estos presuntos responsables de la muere de la niña María José no tienen la culpa. Esperen a que sean las autoridades las que definan la situación judicial de estas personas y si son culpables que les caiga todo el peso de la Ley”.
Botero Coy terminó diciendo que el sector donde viven los supuestos responsables del crimen está siendo custodiado por la Policía, “para evitar que se pueda presentar alteración del orden público”.
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