Tras varios de angustia y sufrimiento, los familiares de Oswaldo José Rebolledo Guzmán al fin pudieron darle la última despedida en el municipio de Santa Rosa de Lima, en el Norte de Bolívar.
El cadáver del joven, de 23 años, llegó a su tierra natal luego de ser trasladado de la Isla de San Andrés. Allí, según sus familiares, fue asesinado a sangre fría presuntamente por su mujer, el pasado miércoles 1 de abril.
El cuerpo de Oswaldo llegó en un vuelo especial y tardó varios días en ser trasladado a Cartagena ante las circunstancias que rodean el país por el virus COVID-19. El sepelio se realizó ayer lunes en Santa Rosa.
Oswaldo José vivió tres años en San Andrés, a donde llegó para iniciar una nueva etapa laboral. Todo iba bien con él, con su empleo y su vida, pues un año después inició una relación sentimental con Jayline Dawkins Bouuden, una joven de 21 años natural de la isla y madre de dos niñas.
Al inicio todo parecía ir “viento en popa”, pero las cosas que él veía como paraíso, solo eran una ilusión. El infierno llegó a su vida.
Fueron dos años de tortura en los que, según sus dolientes y allegados, la mujer lo acuchilló en varias ocasiones. “Ella siempre le pegaba, lo humillaba, lo maltrataba. Lo levantaba a cuchilladas. Yo lo vi muchas veces desde mi casa, vi cuando él (Oswaldo) pasaba corriendo todo ensangrentado y ella detrás con el cuchillo como si fuera una película de terror.
“Incluso, por celos lo envenenó, aunque no fue mortal. En cada quincena ella lo esperaba en el cajero con el cuchillo y una vez le quitaba la plata, se iba”, expresó un conocido de la víctima mortal.
Los celos eran tal, que ni con sus familiares podían hablar sin que Jayline le formara problemas, por lo que tenía que comunicarse con sus parientes a escondidas.
El 1 de abril, justo antes de acostarse, Oswaldo le entregó un dinero del trabajo a la mujer con el propósito que le comprara comida para las niñas, pero supuestamente ella se gastó la plata bebiendo. Esto causó una fuerte discusión entre la pareja, pero finalmente Oswaldo se fue a dormir.
En ese momento, Jayline Dawkins Bouuden agarró un cuchillo y presuntamente atacó en el pecho a su marido, quien salió de la casa quejándose del dolor y posteriormente se desplomó. Murió unas horas después.
La supuesta asesina fue capturada y, luego de las audiencias preliminares, fue enviada por un juez a la cárcel por el delito de homicidio agravado.
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