La vida apenas empezaba para Alex Torres cuando le tocó asumir una situación que lo destrozó por completo y lo sumió en un dolor tan punzante y tan profundo, que anduvo por caminos inciertos y espinosos.
A sus 18 años, vio cómo su madre Malvis Beatriz Rodríguez González murió luego que el marido de esta la envenenara. Pero allí no termina todo, pues casi en sus brazos murió su hermana menor, de tan solo 2 años, luego que también le dieran a tomar de la mortal pócima en su biberón.
Una historia trágica, una realidad que supera la ficción, y que, curiosamente, sucedió en la misma zona donde el nobel Gabriel García Márquez vio sobrevolar las mariposas amarillas de sus Cien años de soledad: Aracataca, Magdalena. Hoy, luego de años y años de búsqueda y justicia, esta historia logró tener un punto final en Cartagena con la captura de su antagonista: José Francisco Racines Rúa, quien ahora tendrá que pagar, al menos, 20 años encerrado en una cárcel. Ello gracias a la reacción de uniformados de la Policía Metropolitana de Cartagena, que atraparon a este sujeto en el barrio Nueva Venecia, al suroccidente de la ciudad.
Malvis Beatriz nació en Fundación, Magdalena. A temprana edad conoció a un hombre y cuando rozaba los 15 años quedó embarazada de este. Su primer retoño nació y fue bautizado como Alex Torres Rodríguez. “Ella era apenas una niña, así que a mi quien me crió prácticamente fue mi abuela materna”.
Malvis terminó la relación con el padre de Alex y tiempo después conoció a José Francisco Racines, su futuro asesino. Con este empezó un nuevo idilio y con el pasar de los años vinieron más retoños: tuvo cinco hijos con este hombre. Todo parecía ir bien para la pareja. Ella se dedicaba a las labores del hogar y él buscaba el sustento. Hasta que en el 2004 ocurrió la mala hora, cuando la pareja vivía en Retén, Magdalena. “Este señor empezó a salir con otra mujer y terminó la relación con mi madre. Por eso mi madre se fue a vivir con mis hermanitos al corregimiento de Buenos Aires, que hace parte de Aracataca”, explicó Alex.
Seis meses después, ese mismo año, Malvis decidió dejar atrás lo vivido con José Francisco y se reencontró con su primer amor, con el padre de su hijo Alex, y entabló una relación con este.
“Cuando se enteró de esto, José Francisco se molestó mucho. Fue hasta Buenos Aires y le dijo a mi mamá que regresara con él, pero ella no quiso. Entonces le advirtió que si no estaba con él, no iba a estar con ningún otro hombre. Una noche él compró varias chichas de maíz para mis hermanitos. Compró otra y en esta echó un veneno, no sé de qué clase. Les dijo a mis hermanos que le llevaran la chicha a mi mamá. Como ella no quería nada de él, no se la tomó. Lo que hizo fue echarla en el tetero de mi hermana menor –de 2 años- para dárselo. Toda la chicha no cupo en el tetero, así que el veinte por ciento que quedó, se lo tomó ella, y después guardó el tetero”, relató Alex.
Este explica que, solo veinte minutos después, su madre empezó a sentirse mal y decía que le dolía el abdomen. La llevaron al puesto de salud y su estado empezó a empeorar. “Yo estaba con ella y le pidió a una familiar que cuidara a los niños y que a la más pequeña le diera la chicha que había guardado en el tetero. A mi hermanita le dieron todo el tetero y enseguida se puso mal y se la llevaron para otro centro médico. Cuando a mí me avisaron, fui a verla. Ella se puso muy mal, yo estaba con ella allá cuando murió, no pudieron salvarla”, recuerda Alex.
El joven quedó destrozado, pero le tocó regresar de inmediato a donde estaba su madre porque la iban a trasladar a otro centro médico. Se fue con ella y le hicieron varios estudios en los que se determinó que había ingerido veneno. Solo ocho días después, murió. Las autoridades empezaron a indagar y tuvieron como principal sospechoso a José Francisco. A este le restringieron salir de la zona mientras se adelantaba el proceso en su contra.
“El mismo día que mi mamá murió, él escapó. Se fue con dos de mis hermanos y luego contactó a uno de los que se quedó para también llevárselo. Ellos no sabían lo que había pasado con mi mamá y mi hermana menor”, puntualiza Alex.
Este dice que las autoridades empezaron a buscar a José, pero este se mudaba y, presuntamente, usaba un documento falso y a sus hijos los habría registrado con otros nombres para que no los encontraran.
“El dolor que sentí no tiene comparación. Fui creciendo y no hallaba cómo explicar eso. Me refugié en el alcohol, pero no entendía que era el dolor el que me llevaba a eso, hasta que descubrí que ese no era el camino y empecé una nueva vida. Busqué a José por todos lados, me decían que lo veían en distintas partes. Hasta que en diciembre – de 2018- José hizo contacto con uno de mis hermanos, uno de los que se quedó conmigo. Él fue y se encontró con José y luego regresó. Poco a poco pude descubrir que José estaba en Cartagena, fue así como alerté a las autoridades”, relató Alex. Con los datos suministrados, efectivos de la Policía Metropolitana de Cartagena montaron un operativo y llegaron hasta el barrio Nueva Venecia. Las labores de búsqueda y con las características de José, los llevaron hasta donde se encontraba. Fue así como lo capturaron. El hombre habría presentado una cédula con la que se hacía llamar José Manuel Dolores Valiente, pero gracias a sus huellas detectaron su verdadero nombre. La Policía Metropolitana confirmó que este hombre fue condenado como reo ausente a 20 años de prisión por el delito de homicidio. “Este hombre de 53 años registra una orden judicial para cumplir condena por el delito de homicidio agravado, ocurrido en el municipio de Fundación, Magdalena, el 24 de septiembre de 2004. También es requerido por el Juzgado de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad Número 1 de Santa Marta, y la Fiscalía Seccional Primera”, indicó la Policía Metropolitana.
Tras ser capturado, el sujeto fue trasladado a Santa Marta y luego será enviado a prisión. “No sé si solo está condenado a 20 años de cárcel por las dos muertes, o solo por la de mi mamá, eso lo voy a preguntar. Me duele la situación en la que ahora están mis hermanos, porque José es su papá, pero mi corazón está tranquilo ahora”, concluyó Alex.
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