Dos largos años internado en la Cárcel de Ternera tenía José María Crespo Rojas. Sus parientes contaron que las malas andanzas fueron las culpables de su situación.
Sin embargo, en los últimos días estaba muy contento. La razón: en un mes recobraría la libertad y estaría nuevamente junto a su hijo, de 5 años, y sus demás familiares, que viven en el sector La Poza de San Francisco.
Pero el destino le tenía preparada una jugarreta al interno, pues la muerte impidió que obtuviera su anhelado sueño. Ayer, a las 7 a.m., el reo recibió una herida con un arma artesanal en el muslo de la pierna derecha, en una pelea al interior del penal, en el patio C1, con el interno Álvaro Pino Villadiego. A Crespo Rojas, de 25 años, lo trasladaron en una patrulla del Inpec a la Clínica Madre Bernarda. Su parientes indicaron que llegó con los signos vitales débiles y murió instantes después. El Inpec informó que el reo con el que se enfrentó Crespo también salió herido y lo llevaron al Hospital Universitario del Caribe. Sufrió una herida leve. Este último está preso desde el 18 de marzo de 2013 tras ser sindicado de homicidio y hurto.
Antes de terminar en la cárcel, José vivía en San Francisco. Sus parientes dijeron que un hombre con el que andaba terminó implicándolo en un robo en el que, según ellos, no tenía nada que ver. Aunque llevaba dos años preso, no le habían dictado sentencia. “El viernes pasado lo llevaron a una audiencia, pero esta se aplazó para abril. Todo estaba dado para que en esa audiencia le dieran la libertad. En la audiencia aplazada fue la última vez que lo vimos. Hoy -ayer- a las diez de la mañana nos llamó una amiga de otro interno de la cárcel a decirnos que habían matado a José María. Cuando llegamos a la clínica confirmamos la noticia. El caso ya lo pusimos en manos de un abogado. En la cárcel tienen que responder por lo que pasó”, señaló Consuelo Rojas, prima del reo asesinado.
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