En el barrio Villa Ángela, en Sincelejo, todo marchaba en tranquilidad y paz en la tarde del sábado, hasta que las llamas y el humo, provenientes de un punto de giros, anunciaron una emergencia.
Vecinos llamaron de inmediato a los bomberos mientras el fuego amenazaba con propagarse. La primera hipótesis hablaba de un cortocircuito; sin embargo, la situación empeoró cuando se percataron que las puertas del negocio estaban cerradas desde adentro y que allí, al borde de la muerte, se encontraba Cristian Castro, empleado de 26 años.
La abuela del joven, con el amor de madre como escudo, entró al lugar y sacó a su nieto; luego se conoció la verdadera razón de la conflagración.
Lo dejó
Todo parece indicar que el joven habría provocado el incendio e intentó suicidarse. Se supo que Castro vivía en el establecimiento con su pareja sentimental y que esta decidió terminar la relación. La mujer esperó un descuido del joven y huyó.
Al parecer, Castro la maltrataba constantemente y ella se cansó. Cuando Cristian se percató de su ausencia, decidió buscarla donde familiares, amigos y conocidos, pero no la encontró, por lo que entró al negocio y roció todo con gasolina para luego lanzar fósforos.
La abuela sabía lo que pasaba y le pidió su nieto que se calmara, pero este se encerró en el punto y no la escuchó. Por fortuna, lograron sacar a tiempo a Cristian y ser trasladado a un centro médico.
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