Una toma “relámpago” del Gaula de la Policía Metropolitana de Cartagena sorprende a los presos de la Cárcel de Ternera. El lunes, los uniformados implementan la diligencia para contrarrestar el delito de extorsión carcelaria.
Durante la toma masiva, las unidades del Gaula verifican una a una las celdas, baños y pasillos del Patio 6, en búsqueda de elementos que puedan afectar la seguridad ciudadana.
Según las investigaciones de la Policía, desde el patio 6 de la Cárcel de Ternera es que salen todas las llamadas extorsivas que han podido rastrear, y lo que hallan les confirma la hipótesis.
La institución detalla que en el centro penitenciario encuentran seis celulares con sus cargadores y simcards, además de seis agendas con 450 números telefónicos y 21 armas cortopunzantes. Estos elementos están encaletados en colchones, ropa, zapatos, debajo de las almohadas y entre algunas tejas, dice la Policía.
En los últimos años, la extorsión carcelaria ha tomado fuerza por la falta de denuncia por parte de las víctimas; sin embargo, hay quienes no se han dejado intimidar y gracias a esto, los investigadores han logrado establecer quienes hacen las llamada extorsivas.
El Gaula de la Policía Metropolitana de Cartagena insiste en fomentar la denuncia bajo el lema ¡Yo no pago, yo denuncio!, invitando a llamar a la línea 165 en caso de extorsión.
En otras labores, la Policía asegura que aprehendieron en flagrancia a un presunto delincuente que habría intimidado a un operario de la empresa de servicio público Electricaribe para despojarlo de sus elementos de trabajo, hecho sucedido en la calle 50 con carrera 27 del barrio La María.
“La efectiva respuesta policial, por parte de funcionarios de la Policía Metropolitana de Cartagena adscritos al CAI La Esperanza, permitió la captura de uno de los delincuentes conocido como el Bebé, en el sector Hábitat 89 del barrio La María.
“Se recuperaron los elementos hurtados: un celular y un binocular marca Tasco, con los cuales el funcionario registra la medición de los contadores de energía”, dice la Policía en un comunicado de prensa.
El Comando de la Metropolitana manifiesta que el compinche de el Bebé se fugó “cuando algunos integrantes de esta comunidad arremetieron contra los uniformados, agrediéndolos con palos y piedras para impedir el procedimiento”.
El Bebé tiene 22 años.
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