Homicidio culposo. Por ese delito debe responder ante un juez de Control de Garantías el taxista que habría causado la muerte a una pareja de esposos en el barrio Olaya Herrera, en la Avenida Pedro Romero.
El accidente ocurrió ayer a la 1:15 de la madrugada y dejó como víctimas a Rafael Berrío Solar y Belkis Rodríguez Mendoza, quienes se movilizaban en una moto Pulsar, de color negro.
Según la Policía Metropolitana de Cartagena, fueron arrollados por un taxi de placas WGL-584, conducido por Martín Anaya Palacios, de 49 años, quien fue capturado en el sitio de los hechos.
Aunque agentes del Tránsito adscritos al DATT están en las indagaciones para esclarecer las causas y responsabilidad de este accidente, todo indica que el taxista conducía en estado de embriaguez.
Zunilda Mendoza, la reconocida exsofbolista cartagenera que muchos acostumbraron a ver en los estadios llena de alegría, aguerrida y luchadora, estaba ayer en las afueras de Medicina Legal destrozada.
Atendía cada llamada para explicar que su segunda hija, Belkis Rodríguez Mendoza, junto a su esposo, Rafael Berrío Solar, eran las víctimas mortales del accidente en Olaya Herrera.
“Mi ‘Belkiluqui’ me dejó sola. Ahora cómo voy a hacer”, le decía a la persona que la llamaba. “Me llamaron como a las 2 de la mañana a decirme que se chocaron con un taxi y que ambos estaban muertos. Del accidente no se más”, aseguró la exdeportista.
Zunilda Mendoza aseguró que su hija, junto a su yerno, habían ido en la tarde del sábado a su casa, en el barrio Boston, para pasar un rato en familia.
“Nos pusimos hasta bailar y ella no paraba de decirme que siempre iba a estar conmigo. Qué me iba a imaginar yo, que cuando ella se fue como a eso de las 9 de la noche, era que se estaba despidiendo para siempre. Les dije que se fueran para su casa allá en Olaya”, precisó.
Familiares de Rafael dicen que él tomó la moto de uno de sus hermanos y cuando regresaba a su casa con su mujer por la Pedro Romero, el taxista parece que se metió en su carril y se los llevó por delante.
Belkis Rodríguez Mendoza, de 34 años, era ama de casa y con Rafael tuvo tres hijos. Él acababa de firmar contrato para iniciar labores desde hoy en el área de mantenimiento de un hotel en El Laguito, pues por razones de la pandemia había quedado sin trabajo en esa misma empresa.
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