Jandi José Rivera Novoa y Yuranis Velasco Garrido son los presuntos autores de las amenazas contra siete líderes sociales y defensores de derechos humanos, a principios de año, en el corregimiento El Salado, en el municipio de El Carmen de Bolívar.
El primero es vecino de los afectados con dichos mensajes intimidatorios, y la segunda es hermana de una de las lideresas. Ambos, según la Fiscalía, fueron cobijados con medida de aseguramiento en la cárcel por parte de un juez de Control de Garantías de Cartagena, como presuntos responsables de hacer tales amenazas a partir del 15 de enero.
Según el ente acusador, “durante casi dos meses las víctimas recibieron intimidaciones a través de mensajes de texto y de voz vía celular, y sus nombres aparecieron en un panfleto con logos y alusiones a un supuesto grupo armado denominado ‘Águilas Negras’”.
Las amenazas, señala la Fiscalía, se habrían originado en el Barrio Abajo, del corregimiento El Salado, sector en el que viven los hoy procesados.
Yuranis Velasco Garrido, dice ese organismo, presuntamente usó algunos celulares y tarjetas sim desde donde, supuestamente, salieron varios de los mensajes de texto intimidatorios contra los defensores de Derechos Humanos.
Jandi José Rivera Novoa también figura como usuario de una de las líneas telefónicas vinculadas al envío de audios amenazantes.
Aunque no aceptaron lo cargos imputados por la Fiscalía Geneal de la Nación, los investigados se enfrentan a los delitos de amenazas contra defensores de derechos humanos, amenazas y desplazamiento forzado.
“No tienen derecho a abrir la boca. El Salado es una tierra donde la gente cree que jamás un grupo paramilitar entrará a masacrarlos nuevamente (...) El día que menos piensen entramos y todos los marcados se morirán o simplemente acabamos con ustedes si no abandonan el territorio”.
Ese fue uno de los mensajes de texto que comenzaron a llegar a una de las lideresas y a su núcleo familiar el 15 de enero de este año. El temor que les pasara algo hizo salir de El Salado a cinco de esos líderes.
Las amenazas por WhatsApp a los líderes se dieron por varios días, entre el 15 de enero y el 6 de febrero. El 18 de enero, la comunidad de El Salado se encontró con panfletos amenazantes frente al colegio Barrio Abajo, en el sector del mismo nombre.
Tras dos meses de investigaciones, entrevistas, declaraciones juradas, búsquedas selectivas en base de datos y 11 líneas interceptadas, la Policía y la Fiscalía 9 Especializada de Cartagena, con apoyo de la Fiscalía 219 Especializada en delitos contra los Derechos Humanos, comprobaron que los mensajes compartidos vía celular salieron de líneas telefónicas y equipos usados por esas dos personas, y se originaron desde el mismo corregimiento.
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