Fraternidad

Los pobres no son el problema, más bien son la solución. En ese sentido, la ausencia de fraternidad es también ausencia de sentido común que, a su vez, es la principal característica del cine de Charles Chaplin.  ste cómico londinense sufrió en carne propia los rigores de la miseria, la orfandad y el hambre en su infancia. Hijo de actores judíos, aprendió el arte popular de la mímica, lo que constituyó el principal recurso formal en sus películas. Chaplin es contratado por el cómico norteamericano Mack Sennet en 1913 y en esa primera etapa hace 35 películas de 15 minutos para la productora Keystone. El personaje de Charlot surge con la productora Essanay; son 14 películas donde Chaplin se burla del impetuoso Hollywood. Charlot, como personaje, madura entre 1918 y 1922 con las productoras Mutual y First National. Allí Chaplin dinamita las “instituciones respetables” como el policía, en El evadido (1917); el funcionario despiadado, en El Emigrante (1917); la crueldad de la guerra en Armas al hombro (1918); o la mojigatería religiosa en El peregrino (1922). “Dejar caer el helado en el cuello de una mujer rica supone, para el público, darle lo que se merece” –escribe Chaplin. Su cine son catalogo de miserias controvertidas con el humor corrosivo que expone el ansia de amor, de justicia, de paz y de fraternidad. “…;el pueblo, en general, se divierte al ver que las personas ricas llevan la peor parte. Esto proviene de que las nueve décimas partes de la humanidad son pobres e interiormente envidian la riqueza de la otra décima parte” Da cuenta Chaplin en sus pensamientos. La ausencia de fraternidad relega la gente a los márgenes y es allí donde aparece el rebusque con o sin derramamiento de sangre. Son inolvidables las escenas de la danza de los panecillos y la cocinada de una suela de zapato en La quimera del oro (1925). Quizás es en Tiempos modernos (1936) donde Chaplin hace relevantes las características del sistema económico y político que nos deshumanizan: la explotación, la jerarquía y la desigualdad. El sometimiento de unos a otros; todas las formas de exclusión; y, la asimetría y la inequidad. Hay sed de fraternidad hoy más que nunca. A lo largo de su filmografía Chaplin persigue la esperanza de una vida mejor. Por algo en el barrio de Ternera en nuestra ciudad, una calle lleva su nombre. ricardo_chica@hotmail.com