Una visión personal de España y Colombia

El terrorismo  arremete de una manera no convencional, haciendo estrellar  aviones comerciales, suceso transmitido por la televisión al instante causando el estupor  en todo el mundo.  Habitualmente se denomina terrorismo a quienes perpetran tales actos, sin embargo, no solemos llamar terrorismo a las acciones que dieron motivos a venganzas, sumaron agraviantes y resentimientos,  y desencadenaron la Ley de Causa y Efecto. En esos momentos pensé que la dimensión de la tragedia haría reflexionar al imperio en sus formas de plantearse la política; pero no, la soberbia estaba por encima de la verdad, la reflexión y la humildad.
Como lo había previsto años antes viajé a Europa, a España concretamente,  a realizar estudios de doctorado,  pero también como pretexto para escapar de esa guerra  entre guerrilla, paramilitares y las Fuerzas Armadas de Colombia, que nos había condenado al fuego cruzado y de manera más directa a los campesinos y a pobladores de regiones sin Dios y sin ley a lo largo y ancho de nuestro territorio.
En la Península Ibérica me tocó vivir acontecimientos mediáticos como la Cumbre de Las Azores, donde un agraviado Buss y sus adláteres Blair y Aznar  decidirían  la guerra  y someterían al mundo a una gran inestabilidad.  En Hiroshima y Nagasaki se estremeció a la humanidad porque bajo hongos de fuego se devastaron dos ciudades, pero en la guerra de Irak la frialdad asiste a la inteligencia estratégica de la guerra, y es mucho más cruel por lo sistemática, por consiguiente,  el hombre vio como nunca antes había sucedido en la historia de las guerras la espectacularidad y el horror de los bombardeos. Se cubría a Bagdad de fuego y lo veíamos en la intimidad de nuestros hogares.
Posteriormente, y como represalia,  Madrid y Londres serían blancos terroristas. Los gobiernos occidentales hablan de un Eje del Mal. De esa manera satanizan a países que tienen prevenciones y recelos con las naciones del orbe cristiano, por sus políticas intervencionistas. Claramente se esgrimen las diferencias: existen dos civilizaciones, dos culturas que chocan y se enfrentan sin que haya respeto y tolerancia, que deben necesariamente sustentar esa diferencia. Huntington, justamente con un enorme discernimiento nos muestra los fundamentos y matices del  enfrentamiento de las civilizaciones existentes en el mundo.
La globalización desde hace ya rato ha permitido que los paraísos artificiales que ofrece el capitalismo sea una fascinación para las sociedades gobernadas por sátrapas. Los mass medias llevan el mensaje de las bondades de la libertad y el bienestar de los regímenes democráticos. Los ciudadanos de los países islámicos acceden a otra visión del mundo, lo que permite que soplen los aires que traen consigo la llamada Primavera Árabe. Las juventudes se agitan y  en cosa de meses comienzan a caer gobiernos como hojas otoñales, no sin dejar saldos en pérdidas de cientos de vidas humanas. Los tiempos cambian y caen  Zine El Abidine Ben Ali, en Túnez, en la denominada "Revolución del Jazmín"; Hosni Mubarak, en Egipto; Moamat el Gadafi, en Argelia; y se fermenta y madura la caída de Bashar Al- Assad, en Siria. La señal llega a muchos países con sociedades descontentas que  inician sus protestas. Las juventudes marroquíes  presionan y hacen ceder a su monarca Mohamed VI para que acepte reformas en medio del conservadurismo de la clase dirigente. El Rey jordano   Abdalá se muestra receptivo a la nueva sensibilidad y accede a realizar cambios en su sistema de poder.

España-Europa
Esa España, situada en la Península Ibérica, compartida con Portugal, y  que por su posición geográfica en el pasado le permitió constituir un imperio después de las luchas de sucesión de los Trastámara, la unión de los reinos de Castilla y Aragón y la empresa marinera de Colón, y la expansión que en Europa lograron los Austria: ese vasto imperio (desde América a Filipinas) al que refiriéndose Felipe II dijo que en él nunca se ponía el sol. De la España Imperial a la España contemporánea, de la que me atrajo su diversidad y riqueza cultural.
La vida de la picaresca contrastante con la vida de la corte, la imagen y potencia que como realidad se fragua en una moneda y que representa lo que Cervantes visionó en su Quijote. La España del amor cortés y la juglaría, la de las cantigas y cantares de amigo de amor e de maldecir. La España del movimiento marianológico que vive su fe, y el misticismo de San Juan de la Cruz y Teresa de Ávila. Esa España en la que conviven tres culturas, y los Omeyas, esotéricos y  alquimistas iluminan a toda Europa. La conturbadora y mágica España donde Raimundo Lulio opera con su Ars Magna. Esa fue la España, la Europa, que fui a buscar y que en alguna medida traje conmigo.
La vida mística me sedujo por esas inquietudes inherentes en los hombres y decidí recibir mi formación con la fraternidad Rosacruz, fortaleciendo mis principios y ampliando una visión de la vida, la filosofía y el cosmos.
Las ideas rosacruces cambiaron a Europa y su proyecto perseguía mucho más. Según una de las más prestantes historiadoras de la ideas y colaboradora permanente del Warburg Institute, la británica  Francis Yates, expone en su sugestiva investigación sobre el iluminismo Rosacruz y  lo diferente que hubiera sido Europa si el proyecto político de Federico V, Príncipe del Electorado Palatino, y toda esa urdimbre de sucesos, incluyendo su matrimonio con la princesa Isabel del Reino Unido, hubiesen guiado al continente por otros destinos.
El continente era un tablero donde se jugaba la geopolítica del momento. Los Austria mandaban en España y, que constituida en Imperio, tenía dominio en Los Países Bajos y en gran parte de los principados germanos. La visión ideológica-religiosa de la potencia Hamburgica era católica e  inquisitorial, y el equilibrio lo ejercía la Liga de Príncipes Protestantes, en cuyos territorios era más propicia la libertad de ideas para un verdadero proyecto reformista. No obstante, y pese a la relación que había entre personalidades y sabios cercanos a la corte de Inglaterra y las cortes de Rodolfo I de Bohemia, y la unión de la Princesa Isabel, hija de Jacobo I de Inglaterra con  Federico V, nieto de Guillermo El Taciturno, quien ya se había rebelado contra la ocupación española. El proyecto reformista y audaz del Elector Palatino Federico V fracasa, porque su suegro Jacobo I de Inglaterra no apoya, y quien  por su actitud siempre indecisa, hizo,  sin percatarse, más favores al fortalecimiento de una política inquisitorial que a verdaderos avances, a la reforma y a la libertad.
Las luces de la razón que generaron ideas e intereses de los grandes movimientos intelectuales e inquietudes teológicas, religiosas, culturales y filosóficas que participaron de la formación europea tienen sus raíces en el renacimiento, que a su vez posee elementos de las culturas africanas y asiáticas, aunque no siempre suela verse.
España y Europa, país y continente, han cimentado una tradición cultural, un carácter y un pensamiento en donde a partir del alba de su civilización está la imago presidiendo la visión totalizadora. Territorio con una edad que le soporta su madurez. Pueblos que vieron fraguar las luces de la filosofía, desde los filósofos de la naturaleza a los filósofos de la ciencia. Capaces de esquematizar su pensamiento: Prehistoria(Imagen-magia), Historia(escritura-concepto), Posthistoria (imagen-tecnología). Dado  ese recorrido, estos elementos: el mito, la lógica, la razón, han creado la armonía en el desarrollo y las relaciones sociales, y la estructuración de los tejidos institucionales. Los modelos educativos que formaron la sociedad lograron satisfactoriamente su objetivo. No todos los países del continente logran un avance y un desarrollo homogéneo, puesto que elementos de tipo étnico-racial, religiosos, históricos y  de lindes territoriales  los anquilosaron en el pasado, excluyéndose del bienestar social.
De  la cultura griega que bebe de fuentes milenarias orientales asentadas en Persia, Egipto, India, a donde fueron a iniciarse sus sabios, se esparce por todo ese vasto territorio de ciudades estados que se consolidaría en una unidad política, gracias y en gran medida al Camino de Santiago, una visión unitaria y de elementos comunes e identitarios que constituyen la Europa moderna.
Lipovetsky, en su estudio establece el orden como se desarrolla el refinamiento de la cultura en Europa.   Francia como Europa, fortalece los tejidos que afirman su identidad, la libertad, los signos del poder, ¿sólo construyó Europa Un imperio de lo efímero, se asomó al abismo y le dio vértigo La era del vacío?
Edgar Morin, con sus conceptos de Pensamiento Complejo sienta las bases para una profunda reflexión en torno al hombre y su lugar en el universo, la transdisciplinariedad en el tratamiento de la investigación y el conocimiento  como una visión del mundo. Morin, nos hace también un llamado a asumir un acto de fe en Los desafíos de fin de siglo cuando dice: “Hay que esperar lo improbable, ésa es la apuesta.” Y tomando la imagen y la metáfora atrapa al vuelo una mariposa y nos ilustra ese acto de fe en la espera enunciando:
La mariposa es una cosa extraordinaria. Al terminar de salir de la crisálida, existe un instante eterno: es el momento de la espera hasta que la mariposa puede abrir sus alas (ya que hay una gran humedad en las alas de las mariposas). Ese proceso de metamorfosis que se repite desde hace millones de años, nosotros lo estamos viviendo por primera vez, y no sabemos qué va a salir. Estamos esperando nuestra mariposa.
La Europa reciente está inmersa en un bucle socio-económico que le mueve el piso a su estabilidad. No supo reaccionar ante el bombardeo de la economía con los títulos tóxicos que emitieron los especuladores de Wall Street, ni tomaron las medidas más convenientes ante tal situación. Sus dirigentes no se percataron que  la Comunidad Económica Europea era atacada por expertos francotiradores. La historia y las fuerzas que ésta desencadena resquebrajan y aniquilan estructuras para establecer el equilibrio que ocultamente busca. Debilitada así la Unión Europea (UE), comienza la sociedad a sentir el malestar del desempleo, salvo Alemania y Francia que son el motor económico de la unión, pero que a largo plazo pueden ser tocadas en su tejido socio-econónico. Ese malestar lo acusan de manera muy manifiesta los jóvenes, quienes protestan en forma organizada  en los movimientos Indignados, quienes han puesto en marcha algunas premisas de Stéphane Hessel, en las que medita sobre asuntos políticos y sociales de una sociedad, en Indignaos. La presión de la precariedad es mucha, y las sociedades no soportan esa asfixia. Estos hechos históricos pueden estar desplazando a Europa de la cresta de la curva y situándola en posiciones de descenso, y a su vez favoreciendo a otras regiones en ascenso, como es el caso de las economías emergentes en Hispanoamérica.
Colombia-Hispanoamérica

En nuestros países latinoamericanos existen esquemas de pensamientos simples y débiles, lo que exige urgentes reformas para crear las bases que posibiliten esa realidad y se forjen esquemas más complejos de pensamientos, sustentados en principios rectores. Una sociedad con esquemas de pensamientos débiles lo refleja en la creación de estructuras de poder endémicas, viciadas; por el contrario, una sociedad con esquemas de pensamientos complejos y estructurados en principios se percibe en estructuras de poder diseñadas para soporte de una sociedad que disfrute del bienestar, la justicia y el desarrollo. La educación debe ser la piedra angular para esta reforma. No siempre lo sólido se desvanece en el aire; no, por lo menos, en la dimensión habitual en la que vive el hombre. ¿Cuántos años de república se han volatilizado? Sólo existe un proyecto de nación que no se ha solidificado y para ello hay que hacerlo con elementos educativos, culturales y donde el símbolo fije esa imagen de lo que queremos.
Nada más visitar Londres, y si se llega a los cimientos de The Sterling, símbolo del poderío económico y financiero  inglés, se encontrará una placa que advierte que contiene una columna rota donde están tallados códigos délficos, y si visitamos su Museo Británico nos percatamos que lo custodian celosos leones. Pero mucho antes, en el periodo isabelino, John Dee, trabajó y visualizó el proyecto de una potencia  y puso todo el empeño en ello. El mundo es la proyección de lo que se concibe, de lo que se quiere que sea. Y el hombre hace lo que quiere a voluntad, a su medida. Entre los griegos ya lo enunciaba Protágoras.
En Cuba, antes de la toma del poder por Castro, Jorge Mañach, ya había auscultado inconvenientes para construir una nación, así lo enuncia en su ensayo Indagación del choteo. El choteo consiste en quitarle seriedad a las cosas serias. En su otro importante ensayo, La alta cultura en Cuba, define y señala tal construcción. Para Mañach, la instrucción pública es una función extensa y de carácter democrático, mientras que la alta cultura es gestión intensa, que constituye esfuerzos individuales que crean una especie de aristocracia. Con la primera, se logra la organización de los pueblos; con la segunda, se revelan potencialidades espirituales a través de superiores aspiraciones y abnegadas disciplinas, formando así, la alta cultura.
En las civilizaciones antiguas que lograron su esplendor los que accedían al poder o eran sabios o eran gente formada especialmente para regir los destinos de sus pueblos, y quienes accedían al poder sin conocerse y de manera súbita en especiales circunstancias, ese hecho  se correspondían con la excepcionalidad  y era propio de la aparición del héroe en escena. En reinos africanos los candidatos eran instruidos e iniciados para la asunción del poder, tal como lo relata en su investigación Georges Balandier. Sólo en nuestras sociedades modernas y desnaturalizadas les concedemos a través de la representatividad democrática esa especial investidura a verdaderas piltrafas morales. Latinoamérica está plagada de muchos referentes.
Pese a todos esos inconvenientes existen países con una potencialidad enorme, ricos en recursos naturales, hidrografía y talento humano. Las  políticas económicas que han implementa les ha permitido consolidar su crecimiento y desarrollo. La región debe prepararse para recibir esas fluctuaciones históricas que va a favorecer su nuevo estatus. Los dirigentes deben permitir ese despertar despojándose de las miserias morales que los viste, suturadas con corrupción y una mezquindad casi diabólica. El modelo es desarrollo con humanismo, solidaridad, educación en principios, justicia social que propenda por una sociedad del  bienestar. Países como México, Brasil, Argentina, Chile, Perú y Colombia ya proyectan un polo de poder. Se revela un nuevo cambio de signo, y es hora de superar la primariedad, el rezago, el subdesarrollo. El sueño proyecta sus fotogramas. El despertar está en el horizonte y con él se asoma la luz.
El hombre, la sociedad aman y desean la luz, y  es legítimo. No permitirlo es un crimen de una dimensión terrible.