Hace muchos años, en 2008, la investigadora y traductora cartagenera Carla Bocchetti Neri me compartió su libro El espejo de las Musas. El arte de la descripción en la Ilíada y la Odisea, fruto de un apasionante viaje a la antigüedad griega y al universo del ciego iluminado y clarividente Homero.
Conservo su libro como un tesoro, pero le había perdido el rastro a Carla Bocchetti, hasta estos días inesperados de 2021 en que regresó a Cartagena, su ciudad natal, en donde el catorce de mayo de 2021, falleció su madre. Y hemos conversado exactamente un año después, con la nostalgia de su ciudad y de su madre. Encontrarse con Carla es volver al pasado griego y a las maravillas del mundo occidental, pero también al África, en donde vive con su familia. A Carla le debemos la traducción de la Odisea de Homero a lenguas mozambicanas. Es la primera vez que Homero se traduce a lenguas africanas. Junto a esa traducción, hay un video que ella realizó para la Universidad de Harvard.
¿Cómo llegaste a África?
Después de estar varios años como directora del archivo histórico de la Universidad del Rosario en Bogotá, junto con mi familia, nos fuimos a vivir a Nairobi donde mi esposo continuó con su trabajo humanitario en las Naciones Unidas, y luego, apoyé el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. Así inició todo, que luego fue cambiando a medida que aparecieron nuevas realidades imposibles de ignorar, como aspectos culturales que siempre me han interesado, y se reveló para mí, la cultura Swahili, en la costa Oriental de África, una revelación, porque en muchos aspectos, vi allí a Cartagena desplegada en pedazos de nuevos contextos y nuevas realidades. Así entre como investigadora al Instituto Francés de Investigaciones sobre África. Lea aquí: Los tres presidentes cartageneros que ha tenido Colombia
¿Qué fue lo más conmovedor?
De las cosas que más me impresionaron fue el contrastar muchas ideas preconcebidas, en marcha con la realidad de ellos. Una de esas ideas es sobre la cultura oral de África y la falta de documentos escritos. Es cierto que existe esa cultura oral, pero igualmente existen libros y documentos escritos que dan evidencia de los contactos y de diferentes influencias y globalizaciones de estas zonas geográficas con los árabes y sus reinos en Zanzíbar, Oman y Yemen, los hindúes en Goa y la costa Malabar, así como también luego los portugueses, ingleses y holandeses. En una zona remota hoy para nosotros, que se llama Siyu en la costa Oriental, allí floreció una escuela de escritura y allí se hacían muchos libros, no solo el Corán sino también narraciones de héroes africanos como Utenzi Fumo Liyongo.
¿Qué ideas anticipadas fueron rebasadas?
Una de los mitos digamos sobre África es su naturaleza, sobre todo sus animales. La sabana africana se ve en muchos lugares, muy similar a los paisajes del Caribe colombiano, solo que luego aparecen las cebras y jirafas para recordarte que estás en África. Los amaneceres y atardeceres, en realidad, los astros, el sol y la luna, tienen una apariencia mucho más impresionante que como se ven en otras partes del mundo. Aquí existe digamos una magia, una luz que no he visto en otro lugar.
¿Qué autores conoces?
Aquí en Mozambique he tenido la oportunidad de hablar con Mia Couto, que es el principal autor mozambicano, aunque de origen portugués, su obra muestra muy bien el espirito de Mozambique, sus creencias y la combinación que existe entre Europa y África a nivel de imágenes, mitos y ficciones. Mia Couto tiene mucha influencia del realismo mágico de García Márquez, pero su realismo mágico es casi magia, que raya en las religiones africanas y el realismo mágico es una herramienta de interpretar lo otro. Los pueblos que llegaron allí y la religión cristiana. Resalta su libro Tierra Sonámbula que es su obra más importante. Creo que él podría ser un gran invitado al Hay Festival de Cartagena. Le puede interesar: Anamaría, la cartagenera que viste a la mujer real
¿Qué similitudes y diferencias entre África y Colombia?
África es un continente que ha sufrido mucho, con su historia de esclavitud y su pobreza actual. Aun así, en lugares como Mozambique, por ejemplo, mucho de esa identidad fraccionada y dolida se viene expresando en pintura y literatura. La pintura mural de Malangatana, por solo mencionar un ejemplo, muestra la complejidad de un entretejido de figuras que se contornan y abrazan dentro de una confusión de eventos no deseados. Profesores africanos, por ejemplo arqueólogos están renovando la forma como la historia del siglo 19 ha interpretado África, y se está revalorando la cultura Africana donde si existieron imperios y ciudades antiguas como el Gran Zimbabue, como el imperio Kush en Nubia, como Kilwa un puerto en Tanzania, y a partir de hallazgos arqueológicos, el propio pasado de África empieza a tener una complejidad que va más allá de suponer que antes de la primera globalización en el siglo 16, África no tenía escritura, ni grandes asentamientos urbanos. Recorriendo algunas de las calles de Maputo, la capital de Mozambique, parece uno estar en Cartagena. Una herencia portuguesa con casas grande y amplias avenidas con árboles como en el barrio Manga, lo transportan a uno al pasado de Cartagena. Lea también: El Hidrógeno verde, el combustible del futuro en Colombia
Una eminente investigadora
La trayectoria de Carla Bocchetti es deslumbrante. Es PhD en historia de la Universidad de Warwick en el Reino Unido y actualmente, investigadora asociada al Instituto Francés de Investigaciones en Sur África. Se formó originalmente en historia de mundo antiguo (Grecia y Roma), y su trabajo actual se focaliza en la historia global, la cultura Swahili, las colecciones de museos y la influencia de la tradición clásica en la época de los imperios Europeos en África. Es autora de Global History, East Africa and the Classical Traditions, Paris/Nairobi. Es autora del Blog Exposición: Homero y el Océano Indico, realizada en junio de 2021, en el Centro Cultural Franco Mozambicano. Maputo, Mozambique.
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