Facetas

Cartagena #10YearsChallenge

Lo que más ha cambiado en Cartagena en los últimos diez años, sin dudas, es el alcalde. ¿Qué tanto se ha transformado La Heroica en una década?

¿Quién se olvida del Puente de Bazurto? Si, diez años después, ya usted se olvidó de él, puede mirar la fotografía y refrescar un poco la memoria. La construcción de la Troncal de Transcaribe, por la Pedro de Heredia, transformó este sector que ahora luce diferente, con una rotonda.

Otra zona transformada por la Troncal de Transcaribe, es el sector de la Bomba El Amparo, donde antes solía haber una rotonda, reemplazada ahora por cruces viales.

El viejo y deteriorado Mercado de Santa Rita tuvo un cambio extremo en esto diez años. Pasó de ser un edificio que se desmoronaba, al mercado público más moderno de Cartagena. Hacerlo nuevo costó nada más y nada menos que 14.122 mil millones de pesos. Lo paradójico es que sigue cerrado. Dionisio Vélez lo inauguró el 31 de diciembre del 2015, en el último día de su mandato, pero realmente ni él, ni los cinco alcaldes que le siguieron lo han reabierto.

Otro espacio que cambió en Cartagena es el sector de Puerto Duro, pasó de ser un botadero de basuras sobre el que existían ventas de comidas, a un hermoso parque lineal donde ahora está la India Catalina. 6.254 millones 785 mil 247 pesos invirtieron en él.

Criticado o no, pertinente o no, el Túnel de Crespo convirtió a Cartagena en la única ciudad con una megaobra en su tipo en el país. El proyecto Anillo Vial Malecón de Crespo costó 160 mil millones de pesos y, además del túnel, incluye un parque lineal. Los bañistas podrían disfrutar de las playas aledañas al túnel, pero estas continúan inhabilitadas por la Dimar.

Junto al Túnel de Crespo, otra megaobra que cambia el rostro a la entrada de Cartagena por la Vía del Mar es el Viaducto del Gran Manglar, una vía de 5,4 kilómetros, sobre la ciénaga de La Virgen, que ahorra tiempo de recorrido hasta en un 50 % para salir de Cartagena. Costó $650.000 millones.

En este caso, podría bien confundirse la foto del antes con la del después. Para quienes no lo conocen, este es el Centro de Atención Permanente (CAP) de Nelson Mandela, que en 2009 lucía mejor que ahora. Su remodelación ha sido motivo de protestas del barrio, que pide a gritos sea terminada: comenzó el 21 de octubre de 2015, pero hasta ahora solo es un edificio en ruinas. Un retroceso.

Tras construir la Troncal de Transcaribe, otros que desaparecieron fueron los puentes peatonales que existían en el mismo Bazurto, y frente al barrio Las Gaviotas. Y, para Transcaribe, se construyó otro puente, el vehicular de Las Gaviotas, criticado porque al comienzo empezó a desbaratarse.

Lo que más ha cambiado en Cartagena en los últimos diez años, sin dudas, es el alcalde. Un repertorio de mandatarios desfiló por el Palacio de la Aduana, sin que ninguno haya logrado soluciones de fondo a problemas que tienen a nuestra ciudad como una de las más pobres del país, pero a la vez como una de las urbes más costosas para vivir. Judith Pinedo, Campo Elías Terán, Felipe Merlano, Óscar Brieva, Carlos Otero Gerdts, Dionisio Vélez, Manolo Duque, Sergio Londoño, Antonio Quinto Guerra, Yolanda Wong y Pedrito Tomás Pereira están en la lista que bien podría darle a Cartagena el Récord Guinness de la ciudad con más alcaldes en menos tiempo: 11 en 10 años. Ese cambio incesante ha dejado consecuencias, atrasos e inestabilidad. Cada quien se acordará del más querido o indeseado alcalde. Si la bella Cartagena quisiera ser una persona y estar a la moda, de seguro tendría redes sociales, Facebook e Instagram. Y a lo mejor presumiría, como todos lo hacen, de su figura y de su mejor perfil en sus posts, usando ‘filtros’ y emoticones que disimulen un poco aquello que no está tan ‘bonito’. De seguro, también se sumaría al #10YearsChallenge, que por estos días es viral en Internet. La Encuesta de Percepción Ciudadana de 2017 (no se han publicado los resultados de 2018) nos dice que, en los últimos 13 años, en promedio, el 74,5 % de los cartageneros se han sentido orgullosos de su ciudad. Pero también indica que en 2017 solo un 21 % de los cartageneros pensaba que las cosas iban por buen camino, dato que, diez años antes, en 2007, era de un 74 %. Solo en 2017, el 53 % se sentía satisfecho con Cartagena como un lugar para vivir, mientras que en 2007 era 61 %. ¿Qué tanto se ha transformado La Heroica en una década?