Hace unos años, el Banco de la República hizo un estudio general sobre el mercado de trabajo en Colombia: lo llamó esclerótico y rígido. De las conclusiones interesantes y para pensar están que “la educación debe moverse hacia la formación eficiente de mano de obra para la producción de bienes y servicios, y que (...) en los últimos veintinueve años se han creado nuevas instituciones laborales (subsidio al empleo y protección al desempleado, etc.), que se mueven entre el carácter protector del trabajo y la mayor flexibilidad laboral”.
Con los años, parece que el país no puede evolucionar o adaptarse a una nueva situación o planteamiento, sin embargo, las redes sociales poco a poco cambian ese panorama. Eso no quiere decir que hoy encontrar trabajo sea más fácil que ayer. Quizás nos estamos dando cuenta de que si no hay dónde entrar, nosotros mismos, al mejor estilo de Mark Zuckerberg o Steve Jobs, podemos tomar nuestro garaje para crear empresas.
“Colombia tiene el potencial de convertirse en una fuente exportadora de aplicaciones para móviles. El país es una opción atractiva de bajo costo para desarrollar offshore de aplicaciones principalmente para empresas estadounidenses, con Bogotá y Medellín, ambos a solo una hora menos que la ciudad de Nueva York y dos horas menos que Silicon Valley”, dicen los investigadores Michelle Di Ionno y Michael Mandel.
Pese a los estudios y la dirección que toma Colombia, aun cumpliendo con ciertos criterios, el trabajo en cualquier área puede ser tortuoso, pero, sobre todo, tardar. Y a esto voy con historias como la de Daniel Visbal Fernández, barranquillero, de 38 años, quien tras años de desempleo puso su futuro en manos de una plataforma en Internet llamada Impúlsate. ¿Por qué lo hizo?
“Los tiempos han cambiado, me fue muy bien laboralmente. He sido director laboral de empresas muy reconocidas, de multinacionales, pero en este mundo de la información, las tendencias y las necesidades han cambiado y entré al mundo del emprendimiento desde hace cuatro años.
“Estudié Ingeniería de Sistemas y a Valencia, España, también llegué a estudiar Ingeniería en Telecomunicaciones debido a mi pasión por las redes. Eso me sirvió, porque llegué a un mundo nuevo donde la innovación y el emprendimiento sí se apoyan, hay muchísimo presupuesto y quienes manejan esos recursos son directamente las universidades.
“La ampliación de mi conocimiento profesional en Europa fue buena, porque llegar a desempeñarme en Colombia en esa área me fue más fácil y me acoplé. Después, en todas las empresas, fui aprendiendo.
“Pasé por muchas instituciones y se puede decir que tuve momentos cumbre, hasta que en 2015 me cancelaron el contrato de forma inesperada.
“Amé las telecomunicaciones, pero luego fui contratado para un área comercial. Lo pensé, pero acepté.
“En la parte comercial tuve bastante entrenamiento. Aprendí cosas sobre la vida y los clientes. En ese momento me di cuenta de que hay necesidades en el mercado.
“Luego de ocho meses, también fui despedido de esa empresa. Empecé a pensar en crear una propia empresa y me alié con sus amigos, pero me dejaron solo.
“En ese tiempo, sin trabajo, tuve que pasar muchas necesidades económicas. Buscaba trabajo y no lo encontraba. En 2017, una vez, muy decepcionado, me preguntaba por qué yo no podía encontrar empleo.
“Descubrí muchas cosas con mis contactos, investigué más para mí mismo que por otra cosa.
“Me di a la tarea de averiguar y vi que hay secretos en el área de selección de algunas empresas. En su mayoría, hay subjetividad. Eso hace que mucha gente con talento, que de verdad es la idónea para estar en esos puestos no esté y por el contrario otras, que no lo son, se queden en las vacantes estando menos calificadas. Empecé a sacar mis conclusiones y quise crear una herramienta que ayudara a las personas.
“Esta es la hoja con la que consolidé mis conclusiones -saca una hoja con muchos apuntes.
“¿Por qué hay tantas ofertas en el mercado y ninguna sirve? Hay muchas ofertas laborales y ninguna estalla. ¿Puede una sola psicóloga revisar objetivamente unas 400 postulaciones, unas 1.500?
Daniel toma un poco de agua, suspira. Saca su portátil y empieza a mostrarme la plataforma (que desde el próximo 29 de septiembre comenzará a funcionar). Tiene la mirada de alguien seguro, de alguien que cree que lo que ofrece cambiará no solo su vida, sino la de muchos.
A veces, cuando hablamos, se le ocurre otra y otra idea que podría mejorar la plataforma. Dice que Impúlsate tendrá geoalerta laboral. “Por donde vayas caminando, nuestra plataforma va a ser capaz de ver qué empresas tienen que ver con tu perfil y así puedes irte a pasear”, dice. Su vida ahora es un conglomerado de sueños, que parecen hacerlo flotar. Cuando empezó, lo hizo solo pero hoy 14 personas trabajan gratis con él. Trabajan duro.
Daniel continúa:
“Para seleccionar, hay psicólogos encargados de no solo uno, sino decenas de procesos. Físicamente es imposible revisar cientos de hojas de vida. Lo ideal es tomar una por una y evaluar si cada una cumple con lo que busco. Eso no lo hacen.
“Quiero que mi plataforma tenga algunas herramientas gratuitas para que los usuarios registren sus perfiles. Suministrar información veraz, información que no sea real no la permitiremos. Te puedo decir que vamos a trabajar con la verdad, para darle la oportunidad a quienes realmente se la merezcan.
“Dentro de cuatro años, esto no será una empresa sino un conglomerado. Una de las cosas que quiero hacer es apoyar el emprendimiento”.
Daniel me cuenta que va a enmarcar esa hoja donde por primera vez tuvo la idea. Esos tachones y líneas verticales en un futuro, podrán ser testigos de su esfuerzo.
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