Desafío The Box: el reto de cumplir un sueño en ‘La ciudad de las cajas’

El que madruga Dios le ayuda, dicen por ahí, pero definitivamente esta frase no me describe, sin embargo, cuando me hablan de “viajar”, la cosa cambia. (El Desafío: la caja se renueva este 2022)

El 1 de marzo fui a Bogotá al lanzamiento para medios de ‘El Desafío The Box 2022’. Llegamos en la tarde, las piernas me temblaban y no precisamente del frío, sino de la emoción de saber que al día siguiente, 2 de marzo, emprenderíamos el viaje a la famosa y respetada ‘Ciudad de las cajas’, ubicada en un área de 72.000 metros cuadrados, donde el canal Caracol construyó una ciudadela de seis boxes (cajas), un club y las casas de los participantes. Llegó el 2 de marzo. A las 4 a. m. escuché la alarma de mi celular y aunque dudé en despertar, después me acordé de que no era cualquier día, era el día de madrugar para ir a Tobia, Cundinamarca, municipio que está a 31 kilómetros de Bogotá. Allí comenzó mi verdadero “desafío”. (¿Cómo le fue a El Desafío The Box en su estreno frente a MasterChef?)

Luego de casi tres horas de viaje y cuatro microsueños interrumpidos, por fin llegué a Tobia. Tuvimos que subir por grupos en camionetas, pues el bus en el que llegamos no podía seguir por su tamaño. Llegó la hora de la ya típica prueba COVID-19 y, aunque refunfuñé, mi enojo fue enano ante la enorme felicidad de llegar a ese caluroso y espeso bosque del que tantos hablan, el que millones solo pueden ver en televisión.

Luego de saber que todos dimos negativos para coronavirus, arrancó el recorrido. La primera recomendación de los productores fue quitarnos las chaquetas y bajarnos el tapabocas para no ahogarnos, pues para llegar al primer escenario, el Club House, tuvimos que subir por unos rieles cuya pendiente es muy empinada. Este es el lugar donde celebran los equipos que ganan, tiene piscina, jacuzzi, sala de masajes, bar y hasta tarima para llevar artistas invitados y armar la fiesta al lado de Gabriela Tafur, la anfitriona.

Seguí caminando, con poco físico porque tengo olvidado el ejercicio, pero mis ganas podían más que mi cardio, pues quería seguir descubriendo el lugar. Llegué al primer box, el amarillo, hay que subir unos 100 metros por la carretera asfaltada. Es la pista de competencia más grande y la más compleja por el trayecto de lodo que deben pasar los desafiantes. Cada pista tiene una extensión de entre 100 y 120 metros, mientras que las estructuras colgantes están a 10 metros de altura. Muy cerca, sobre un pequeño alto, está la casa del equipo Beta, y a unos 50 metros está la de Alfa. Las casas son un lujo. Tienen piscina y están acondicionadas con muebles, camas, cocina, alacena y baños. Las duchas son al aire libre.

Un dato curioso

Los desafiantes no saben que en cada casa hay una garita en la que están los camarógrafos. Lo que parece ser un simple espejo realmente es el lugar estratégico de producción para seguir lo que pasa en la casa. El silencio es clave.

Subimos hasta el box azul, con dos piscinas nuevas, una más profunda, lista para que los participantes hagan clavados y ponerlos a buscar objetos en el fondo. Luego sigue el box rojo, para las pruebas de contacto y después, más arriba, aparece el ahora box arcoíris, que reemplazó al blanco, el de las pruebas aéreas. Finalmente, en lo más alto y muy separado de las demás, está la casa de Omega y también el temido box negro, el de las eliminaciones. (Desafío The Box: el cubo, el “rinconcito” de amor para los participantes)

Quizá para muchos fue una experiencia más, pero para mí fue una aventura, hecha realidad. Conocí una ciudad, construida desde octubre de 2021 en un pedacito de mi país, donde laboran cerca de 500 personas, de las cuales 120 están permanentemente en el sitio. El terreno tiene agua, alcantarrillado y red de luz e internet, a la que no tienen acceso los concursantes. Las grabaciones diarias se pueden extender hasta 14 horas. El alojamiento para presentadores y técnicos es en el municipio de Villeta, a 30 minutos del lugar de grabación.

Aunque hay mucha humedad y fuertes lluvias, esto no detiene las competencias ni las grabaciones. Después de esa peripecia, no tengo duda de que el reality es un gran “desafío” y no solo para los participantes, sino para el equipo tras bambalinas, que hizo realidad el sueño de que después de recorrer el mundo, hoy ‘La Ciudad de las cajas’ se quedara en Colombia, encontrando su lugar en Tobia, Cundinamarca. (Desafío The Box: así quedaron los equipos)

Millones de colombianos tienen que conformarse con ver ‘El Desafío 2022’ noche a noche a través del televisor desde el 8 de marzo, ¡yo puedo decir que estuve ahí!

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