En vez de salmón y frutas en el desayuno, ella sí prefiere una gran porción de papás fritas.
No es esclava del gimnasio. Es más, antes de participar en el Reinado de la Independencia, no tenía conciencia de la última vez que había hecho ejercicio.
Tampoco la prepararon para ser reina. Desde que tenía 15 años, Juancho, un simpático vecino de la cuadra “se la montó” para que se lanzara.
Sin entrenamiento alguno, Andrea Pineda Quezada se alzó con el título de Reina de la Independencia, en las recientes fiestas que se celebraron en la ciudad.
“Desde que recuerdo Juancho me decía que yo sería la reina. Yo sentía que si él me lo había dicho tantas veces era porque Dios me tenía algo así preparado, así que decidí arriesgarme”, dice la soberana de los cartageneros.
La mujer costeña se caracteriza por su espontaneidad, sensualidad y picardía. Andrea no.
Es muy tímida al hablar y casi siempre tiene una sonrisa nerviosa que la delata. Por fortuna, es muy bella y eso logra filtrar sus otras actitudes.
Aún siendo una de las favoritas desde que empezó la competencia, no se sentía segura de ganar. De hecho, en la final, cuando se disputaba el título con la representante del barrio La María, pensaba que la corona no se la llevaría.
“La verdad es que en mi cabeza habían muchas dudas. Sentía que no tenía lo necesario para ganar y que la niña que tenía al lado reunía todas esas cosas que me faltaban . Siempre dudé, esa es la verdad”, confiesa.
Sin embargo, contrario a lo que pensaba, ya el jurado había visto en ella los atributos físicos e intelectuales que consideraban en una reina.
Y fue justamente ese carácter apocado y tímido lo que nos motivó a realizar esta nota y conocer a fondo quién es la representante de los cartageneros.
Andrea frente al espejo
La nueva Reina de la Independencia tiene 21 años, de los cuales lleva 18, viviendo en el popular barrio El Nazareno.
Su casa es de interés social (creo que es la única que está en obra negra en esa calle). Cuando a su familia le entregaron la vivienda, sólo tenía dos habitaciones y un pequeño baño.
Afortunadamente su padre, Oswaldo Pineda, es maestro de obra y con la mayor dedicación se ha encargado de todos los arreglos y detalles tales como la ampliación de la sala, correr el baño y hasta poner los closets en cada cuarto.
Pero no ha sido un trabajo que ha hecho él solo. Andrea y sus dos hermanos también han colaborado en la construcción de la casa: la Reina de la Independencia hacía las veces de ayudante de su padre.
De tanto hacerlo ya es una experta en mezclas. Tiene, incluso, un estimado de la cantidad de agua, arena y cemento que se requiere para remover y conseguir una masa lo suficientemente consistente para rellenar grietas, huecos o poner ladrillos.
Cree que siempre ha estado rodeada de ángeles en su camino, como son su familia, sus vecinos y hasta el diseñador Víctor Buelvas, encargado de todo el ajuar que lució durante el concurso.
Para las primeras prendas, la candidata y su comitiva consiguieron los recursos para pagárselas, pero cada vez eran más eventos y ya no contaban con esos fondos.
El diseñador creyó en el talento y la belleza de Andrea y dejó de cobrar por sus servicios. Es más, se convirtió en su asesor y amigo.
La mujer más bella de Cartagena estudió en varios colegios públicos de la ciudad, entre los que figuran la instituciones Juan José Nieto, Manuela Vergara y el Colegio Inem.
Sus estudios superiores los realizó en el Sena. Ahí escogió cursar Logística Empresarial, una carrera que planea complementar en cuanto tenga los recursos para hacerlo.
También le gustaría estudiar Comunicación social, pues siente que esta carrera la ayudaría a ganar mayor fluidez verbal, algo por lo que la critican constantemente.
Los recuerdos más frecuentes que tiene de su niñez en el barrio es jugando en la casas de sus amiguitas. También escuchando y bailando música. El gato volador y La bomba, eran sus canciones favoritas.
En la sala de su casa, aparte del enorme televisor, hay otro artefacto que llama la atención. Se trata de un picó, mejor conocido como “Oswi Estéreo”.
El equipo de sonido fue el responsable de prender la fiesta el día de la elección de Andrea como la nueva reina de los cartageneros.
En sus ratos de ocio, le encanta escuchar música, leer y sobre todo ver telenovelas.
“Mi pasatiempo favorito es ver televisión. Tengo mucho tiempo que no lo hago. Ya se acabó mi novela preferida, Marimar”.
Marimar cuenta la historia de María del Mar, una joven poco estudiada e inocente que vive en un jacal a la orilla del mar y por un golpe de suerte termina convirtiéndose en Bella, una mujer con clase y culta.
Ojalá el Reinado de la Independencia sea ese trampolín para que esta hermosa cartagenera pueda cumplir sus sueños: “Lo mejor que me podría suceder es ver a mi familia y a todo mi barrio bien. Quisiera tener una casa bien bonita”, dice con la sonrisa tímida que la identifica.
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