Facetas


La música acarició a Juan Esteban

JULIE PARRA BENÍTEZ

03 de junio de 2018 12:30 AM

Juan me recibió con una enorme alegría  y me abrazó con tanta intensidad, como si me conociera desde siempre.
Así fue nuestro encuentro, me llenó de besos y abrazos. Y saltó todo el tiempo...

A Juan Esteban Chamorro Marimón le ocurría algo increíble. A sus dos años, apenas decía mamá, papá, agua, comida; pero, extrañamente, a esa edad se aprendía las letras de las canciones con solo escucharlas una vez… y las cantaba sin equivocarse.
Lo mismo ocurría con los juegos didácticos y con muchas otras cosas, sin embargo, sus padres notaron que su comportamiento no era acorde a su edad y que no prestaba suficiente atención cuando le hablaban.
En un momento consideraron que podía tener alguna deficiencia auditiva, pero eso fue descartado después de varios exámenes médicos. Juan siguió a su ritmo.
Cada vez se apasionaba más por la música, y ese interés, cuenta su mamá, lo mostró desde que estaba en el vientre, cuando ella y su esposo, un par de padres jóvenes y primerizos, también amantes de la música, le entonaban canciones mientras él se movía casi que al compás. “Me gusta cantar, me gusta tocar música y me gusta de todo. Y de rock and roll”, dice Juan.
“Cuando Juan nació nos turnábamos en las noches para poder lidiarlo. Y pasaba que con el papá lloraba mucho, así que una noche le puso una canción de Soda Stereo y fue impresionante porque dejó de llorar inmediatamente. Desde entonces ese fue un mecanismo para dormirlo”, narra Mayerlín Marimón, madre de Juan Esteban, que, entre otras cosas, lleva su nombre en honor al cantante Juanes.

Una etapa difícil
Juan entró al colegio y, a pesar de ser un niño tierno y cariñoso, empezó a tener inconvenientes al no poder expresarse con facilidad. Sus compañeritos no lo comprendían y se burlaban de él. Fue allí donde empezaron sus desafíos. Se frustraba cuando no se podía comunicar.

Y así recorrió unos diez colegios. Aprendía mucho y muy rápido, pero persistía su dificultad para comunicarse, su falta de atención sostenida. Requería una actividad nueva con frecuencia para no aburrirse. Lo único que lograba concentrarlo era la música.

“Llegó al punto que una profesora de edad avanzada nos citó para hablar del comportamiento ‘extraño’ de Juan Esteban. Nos dijo que cuando ella le enseñaba algo nuevo y le preguntaba, él le respondía con palabras que ella no comprendía y que cantaba y no se le entendía. A raíz de eso, hicimos un ejercicio y, para sorpresa de la profesora, esas ‘palabras extrañas’ eran en inglés. Decía los números, objetos y cantaba canciones en inglés”, recuerda Mayerlín. Al niño le encantaba escuchar música y ver programas de televisión en inglés.

Después de ese momento y al ver su evolución académica, decidieron buscar ayuda profesional para que el pequeño superara esas “barreras en su lenguaje”. “Su mamá era la que insistía fervientemente, porque yo me negaba a aceptar que él tuviera algo que le impedía comunicarse. Solo me centraba en ver y destacar los aspectos positivos que lo diferenciaban de los otros niños, pero no en esas actividades que para su edad debía realizar y no podía. Hasta que recibió su primera valoración neuropediátrica y se confirmó que su dificultad para expresarse estaba relacionada a su falta de atención sostenida y que eso se podía trabajar para mejorar”, dice su papá, Ramiro Chamorro.

Una luz en el camino
Hace un tiempo, Juan llegó a una fundación donde la música es una herramienta para ayudar a niños especiales como él. “Fue como mandado de Dios, después de haber recorrido tantos lugares. Allí hacen musicoterapias, terapia en piscina, terapias con caballos, y cuando él empieza a recibir las clases de música con ellos, a los tres años, ellos se sorprenden porque la música le permitió decir varias palabras”, asegura Mayerlín.

Hoy Juan Esteban tiene cinco años y recibe clases de piano y técnica vocal en Bellas Artes. La música ha sido ese método terapéutico para mejorar cada día. “Es un niño extraordinario e inteligente que nos enseña que todas las personas somos diferentes, que tenemos unas particularidades y que hay que aceptarlas tal y como son”.

En abril representó a la fundación a la que asiste en el Festival de Arte Especial FIDES - ‘Iberoamérica en Cartagena’, donde ocupó el segundo lugar en la modalidad de música, entre más de 200 artistas, al interpretar la canción ‘No me doy por vencido’, de Luis Fonsi.

- Juan, me dijeron que te ganaste un premio…
-Estaba muy feliz y me regalaron un suéter de Colombia y un caballo de unicornio, un palito.

 

Source: La música acarició a Juan Esteban by vanguardiacom

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