¡Quién dijo discapacidad!

Como “un ángel de Dios”, así se define José Antonio Quijano Báez, un joven de 19 años de edad, con discapacidad cognitiva, que encontró en Café Juan Valdez una oportunidad para superarse en la vida.
José Antonio vive con su familia en el barrio Chile y la discapacidad con la que nació ha sido, según él, el motor para cristalizar sus más grandes sueños: poder trabajar y retribuir a sus padres los sacrificios que hacen por él.
“Yo limpio las mesas, barro la terraza, sacudo los avisos, reviso los baños, limpio las bandejas, abastezco las leches, estoy pendiente del lobby y sobre todo cuido de mis compañeros”,  dice Quijano Báez.
Lo que más disfruta de su trabajo es el contacto directo que mantiene con los clientes.
“Los clientes son muy cariñosos y se juegan conmigo. Me saludan y siempre que me piden cosas, yo las hago y luego que les colaboro, me siento muy orgulloso”, dijo el joven.
Casi todo el sueldo lo invierte en ropa. Sus prendas favoritas a la hora de ir de compras son los zapatos, suéteres y boxers.

Capacitación
José Antonio pudo capacitarse y conseguir empleo gracias a una alianza de Comfenalco, Best Buddies y Fundación REI, con el fin de mejorar la calidad de vida de jóvenes con algún tipo de discapacidad, en esta ocasión cognitiva.
Comenta que ser especial tiene sus ventajas entre las cuales destaca el hecho de ser más abierto y espontáneo en cuanto a sus sentimientos.
“Yo por ser especial amo a las demás personas. Soy cariñoso con mis compañeros de trabajo, con mis clientes y con todos los demás”, dice Quijano.
En su casa hay un negocio familiar, José Antonio lo llama ‘La fabrica’, pero el nombre con el que se conoce es ‘Platanitos Don José’. Se consolidó luego de que su padre despejara un área del espacio público en el Centro Histórico y recibiera una compensación económica por parte del gobierno de turno de aquel entonces. 
“En mi casa tenemos una fábrica. Yo apoyo a mis papás armando las cajas y pelando los plátanos, porque mis padres hacían de todo por mí cuando yo era más pequeño”, afirma.

Un joven con valores
Se considera muy sociable y educado pues saluda a conocidos y extraños.
“Cuando yo era niño tenía muchos amigos con los cuales jugaba, también digo buenas y saludo siempre a los demás. Yo soy un ángel de Dios para todas las personas”, asegura José Antonio.
“Trato bien a todo el mundo, pero me gustan mucho los niños y los ancianos. Si lo niños se burlan de mi yo entiendo que es porque son niños. Nunca los aparto, yo soy un ángel de Dios para todas las personas”, precisa José Antonio.
Entre sus pasatiempos están nadar, correr, navegar en internet, jugar y escuchar música cristiana.
“Soy simpático, bailo bien y nado mejor. Una vez me llevaron a Bogotá a una competencia de natación de Fides y quedé en cuarto lugar, yo no gané pero mi compañero que representó a Bolívar si”, cuenta emocionado, José.
Su plan favorito es ir a comer a los restaurantes, ver películas en cine, viajar en taxi e ir a la playa para hacer castillos de arenas.
Otra de las cosas que le encanta hacer a José Antonio es posar para las cámaras: “Me encantan las fotos, siempre salgo bien bonito y simpático”.

Logros
El joven, que terminó académicamente sus estudios de básica primaria y secundaria, recuerda con agrado el bachillerato ya que consiguió que su mamá, en lugar de esperarlo afuera a que terminara sus clases, se motivara a asistir con él y lograra graduarse siendo una mujer madura.
“Yo estudié primaria y también bachillerato. Me hizo feliz que mi mamá y yo nos graduaramos juntos del bachillerato. Ella hacia las tareas conmigo, aunque yo era mejor alumno”, expresó, entre risas, José.
“ Me dieron un diploma delante de toda esa gente y con mi familia quedé bien perfecto”, agrega.
Dice que las alturas representan uno de los temores que no ha logrado superar.
“Le tengo mucho miedo a las alturas. Cuando yo tenía 9 años mi papá estaba en un lugar muy alto y yo me subí también, después que estaba allí sentí mucho temor, mis vecinos, que son mis amigos, le avisaron a mi familia y yo no me caí, pero desde entonces no he vuelto a subir tan arriba”, relata Quijano.
Entre tanto, José Antonio hizo un recuento de todos sus amigos especiales, más conocidos como amigos del alma, los cuales fallecieron.
“Tengo muchos amigos especiales que se han muerto, ellos ahora están con Dios, más que todo mis amigos de la primaria, pero prefiero no hablar de eso, porque son historias muy tristes”, relata.
A Dios lo considera alguien muy bueno que siempre está con él.
“Yo creo en Dios y leo la Biblia. También escucho música cristiana, mi cantante favorito es Marcos Witt con la canción Él volverá.
Y para confirmarlo canto: “Él volverá, y a su gloria me transformará, regresará en una nube me arrebatará con poder y gran gloria, Cristo Jesús volverá”.

Busca novia
Dice que no tiene novia, pero para las interesadas, José busca una mujer con ciertas características específicas.
“Me gustaría una mujer que sea bonita, morena y cariñosa. Si es española o de Bogotá para mí es mejor”, precisa José.
“Yo soy un hombre derecho y con derecho”, expresó, en tono alto, el joven.
Finalmente, José envió un mensaje para todas las familias que tienen el privilegio de tener un niño especial en su hogar.
“Le aconsejo a las mamás y papás de niños especiales que no los escondan y no les peguen. A mis amigos del alma les digo que trabajen y que luchen por sus sueños, que busquen un empleo para que ganen dinero y puedan divertirse y aportar en sus casas”, puntualizó José Antonio.