Ropa exclusiva, barata y sostenible, ¿cuál es el tabú con las pacas?

Aunque muchos acudan a ellas para ahorrarse unos pesitos, la moda sostenible ha sido una de las tendencias con más impacto en la actualidad.

CINDY ORTIZ ESCOBAR

14 de agosto de 2022 12:00 AM

Cuando apenas comienza la avenida Venezuela, en dirección de la India Catalina hacia el corazón del Centro Histórico, se asoma a la izquierda un pequeño y poco transitado callejón. El primer negocio con el que se encontrarán tus ojos es un asadero de pollos pintado de un verde biche que intentará robar tu atención. Decides caminar unos pasos más y, a mano derecha, te topas con una tienda de ropa que llamará tu atención no por tener un gran aviso que la identifique con nombre, lujosas luces o maniquíes con ganas de tentarte a comprar de inmediato, pero sí notarás frases como ‘Ropa a 7 mil pesos’, ‘Ropa a 4 mil’, ‘Ropa a 2 mil pesos’ en viejos cartones que se sostienen de una pita pegada a un acabado techo, que de inmediato te darán curiosidad de saber con qué te encontrarás. Te puede interesar: El “second hand”, una mirada sostenible a la moda

Entras a la tienda y te recibe una morena muy amable que te dice: “A la orden”, pero ojo, debes tener claro que la responsabilidad de llevar lo que desees es netamente tuya, y que a ella solo la volverás a ver cuando te empaque lo que compres. Sigues con el proceso. Aquí hay ropa por todos lados, colgada en ganchos o amontonada en grandes mesas. Para comprar en pacas hay que tener buena suerte porque aquí sí aplica la exclusividad: no se repite una prenda y si se la viste a otro o no hay tu talla, no hay vuelta atrás.

El almacén parecería dividido en dos secciones, es un gran espacio que cuenta con solo un par de abanicos, lo que hace más retadora la aventura. La segunda parte está un poco más organizada: está clasificada en pantalones, ‘capris’, shorts, faldas y bermudas, y del otro costado, camisas para hombre. Muy al fondo hay incluso vestidos de gala, así que definitivamente el que viene aquí y no se lleva nada es porque no le gustan ni los precios bajos.

Hay público de todo tipo pero las familias con niños son casi que el común denominador.

Buscando la economía, llegan madres o padres acompañados de sus hijos para llevarse así sea una blusita o un suetercito. “Antes de entrar a la tienda de segunda estando pequeña, mi mamá me dio una parla que decía: ‘Esta ropa es usada, es de personas con dinero que usan la ropa una sola vez. Está buenecita’, literalmente me dio esa charla sabiendo que iba a estar sugestionada porque la ropa era de segunda. Trató de convencerme de que no era malo comprar ropa de segunda”, cuenta Marien Kamila Caraballo Martínez, una joven que entró una sola vez a una paca cuando era niña, sin imaginarse que hoy tendría su propio emprendimiento de ropa de segunda en redes sociales.

Marien no es la única, son decenas de personas las que, quizá por prejuicio, por mito o por simple tabú, nunca se acercaron a comprar a una paca, sin embargo, el boom de las redes sociales y de la moda vintage/sostenible le han dado un giro de 180 grados al concepto que tienen muchos sobre la ropa de segunda mano.

Empezó como un proyecto universitario

“Durante la pandemia, como mi universidad estaba en paro, tuve bastante tiempo libre. Yo trabajaba con la Asociación de Sociedades Científicas de Estudiantes de Medicina de Colombia y dentro de esa asociación hay una división de ecología y desarrollo sostenible. Pensando en mis actividades, surgió la idea de un microproyecto que tuviera que ver con esta división. Me vino a la mente la cantidad de ropa que tenía en mi armario que no usaba”, cuenta evidentemente ilusionada Marien sobre los inicios de Arena Vitage, su sueño hoy hecho realidad.

Arena Vintage es el nombre de su emprendimiento, una tienda de second hand que suma más de 3 mil seguidores en Instagram y que semana tras semana vende prendas a precios casi increíbles. Para Marien no fue fácil decir “voy a crear mi emprendimiento con mi ropa de segunda” pues le daba miedo que sus amigos pensaran “que era usurera por vender ropa que había usado”, pero las ganas fueron mucho más fuertes cuando notó que no era la única que vendía ropa de segunda. “Revisé Instagram y me encontré con un panorama impactante. Lo que pensé fue ‘estoy quedada’. Vi páginas de toda Colombia, de Cali, de Medellín, de Bogotá. Vi la ropa bonita y sobre todo los precios accesibles, y dije quiero hacerlo”, detalla sobre su proceso de construir este sueño.

Marien se confiesa y reconoce que ya más adulta nunca visitó una paca, ni en el Centro Histórico, ni en el Mercado de Bazurto, pero eso no le impidió apostarle a este tipo de emprendimientos en redes sociales, del que reconoce que aún en Cartagena no se ha consolidado como en otras ciudades pues solo “un 30% de sus clientes es de la ciudad”.

Lo que más ha enamorado a Marien de Arena Vintage no ha sido ganar un dinero extra, sino aportar al “sostenimiento del planeta”, y es que quién no se siente a gusto usando una prenda que sabe que nadie más va a tener, por un precio que nunca imaginarías y sobre todo poniéndole freno a la contaminación de la industria de la moda, una de las que más le hace daño a la salud del planeta. ¡Díganme dónde es la paca: voy pa’ allá!

Sobre la moda circular

La moda circular no es una opción, sino una necesidad para un futuro sostenible del planeta entero. De acuerdo con Vogue México: “Se llama moda circular al sistema de producción basado en la economía circular, que busca optimizar los procesos creativos y productivos, promoviendo el uso consciente y racional de recursos tanto naturales como humanos, para reducir el impacto y desperdicio realizado sobre el medio ambiente. La vida útil de un producto es muy valiosa en este sistema, donde la propuesta radica en diseñar productos que puedan tener más de un uso, evitando así la compra compulsiva normalizada bajo la lógica del sistema lineal de ‘producir - consumir - desechar’”.

Y es que la moda sostenible también tiene que ver con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas, porque la industria textil es una de las más contaminantes, pero la moda sostenible pretende cambiar esta realidad ayudando a cumplir con varios ODS en tanto:

-Garantiza que las aguas no serán contaminadas.

-Minimiza el gasto energético.

-Apoya la innovación.

-Fomenta la igualdad de género y empodera a mujeres.

-Sostiene el trabajo digno.

-Incentiva la producción y consumo responsables.

*Esta una de las crónicas realizadas como parte del proceso formativo de la Escuela de Liderazgo Público para Periodistas, gracias a la alianza entre ANDI Seccional Bolívar, Traso Colectivo de Transformación Social, Universidad Tecnológica de Bolívar, Seres Consulting y la Escuela de Formación El Universal, con el apoyo y respaldo de Argos y Cabot. Lea el especial completo aquí.

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