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“Supe que estaba embarazada a los cinco meses”

Yulieth Díaz no podía creer que durante cinco meses ignoró la existencia de su último hijo, sin embargo, ve la experiencia como un milagro y una bendición.

Yulieth Díaz cuenta su historia aún sin creerlo. Pese a que ve a Ángel David sano, risueño y comelón, no pensó nunca que, sin notarlo, él iba a estar creciendo en su vientre y que solo al quinto mes se enteraría de su existencia.

Siempre pensamos que esos programas norteamericanos de ‘No sabía que estaba embarazada’ se salen un poco de la realidad. ¿Cómo es que alguien no nota un suceso tan importante?, pues bien, muchas mujeres no manifiestan síntomas o son tan mínimos que solo una prueba de embarazo las hace conscientes de su estado de gestantes (hasta cierto punto, una fortuna).

Ángel se saltó casi todos los controles prenatales... solo alcanzó uno. Tampoco tuvo la fortuna de ser esperado con género a bordo, porque solo el día en que nació se enteraron de que era un varón. El dolor de cabeza de su madre fue el único indicador de un cambio en su organismo, pese a que le habían advertido a Yulieth que el dispositivo anticonceptivo con el que se estaba cuidando le provocaría jaquecas...

Pero mejor que Yulieth cuente la historia como la recuerda:

“Enterarme a los cinco meses de gestación de que estaba embarazada me dejó en shock... como yo me estaba cuidando.

“Mi primer embarazo (un niño) fue de riesgo porque me dio preclampsia y mi bebé estuvo en UCI, así que tras mi segundo embarazo, de una niña, me puse el Jadelle (un método anticonceptivo para uso a largo plazo, de hasta 5 años) y, a raíz de eso, subí de peso, llegando a los 68 kilos. La doctora que me atendía me contó todos los riesgos y cambios que tendría mi cuerpo a raíz de ese método

“Cuando me lo pusieron, las menstruaciones como tal llegaban normal, pero hubo un tiempo en que se me descontrolaron, así que yo hasta cierto punto pensé que era normal que no me bajara la regla.

“Tampoco me daban síntomas, no tuve vómitos ni mareo, lo único que me dio fue migraña.

“Durante los meses de embarazo que no supe, comencé a engordar y además lo que me daban eran ansias por comer y dolor de cabeza.

“Recuerdo que en el trabajo tuve que pedir incapacidad por migraña.

“Cuando se presentó lo de la pandemia, que muchas personas se quedaron sin trabajo, eso fue a principios de marzo de 2020, que comenzaron a cerrar todo, fui al doctor por las migrañas y el doctor empezó a mandarme exámenes y además pastillas.

“Uno de esos exámenes, de sangre, arrojó positivo para embarazada, yo dije cómo así, eso es imposible, yo tengo instalado el dispositivo, así que eso no es posible.

“Yo tenía que quitármelo este año, en julio, entonces la doctora que siguió con mi atención me dijo: ‘Vamos a hacer los controles’.

“Quedé en shock porque todos me decían que estaba embarazada, pero yo solo sentía un corrientazo en el estómago, me sentía la pancita vacía, como quien no come nada, y el ombligo no se me pronunció.

“Me comencé a preocupar porque yo pensé que mi barriga era una de esas barrigas normales de ‘persona gorda’, así que me tomaba mis pastillas de migraña, ibuprofeno, acetaminofén...

“Yo soy aseadora y me ocupo de subir y bajar escaleras hasta un tercer piso, balde en mano y sin saber que tenía un bebé dentro de mí.

“Mi abuela (Qepd) decía: ‘Ella está embarazada’ y yo le porfiaba que no, que una mujer no podía quedar si usaba un anticonceptivo.

“Después de enterarnos de la noticia, mi doctora me dijo que debía retirarme ese dispositivo. Y cuando lo sacaron, el Jadelle estaba pegado... Estaba partido en dos y eso es como un palito de fósforo, y le dije a la doctora: ‘Eso era lo que me estaba cuidando’ (ríe).

“Bueno... Alcancé a ir a un solo control prenatal donde me hicieron de todo y me mandaron pastillas, calcio, todo lo que necesitaba mi estado.

“Pero a los siete meses de tenerlo en mi vientre, dos meses casi después de enterarme, empezaron unos cólicos leves que subieron de intensidad así que la ginecóloga me atendió y después de determinar que sí estaba en labores de parto, me llevó al quirófano.

“Voy a ser sincera, sentía que el bebé iba a nacer sin manitos, o con algún problema y cual fue mi sorpresa al recibirlo y que me dijeran que estaba sano.

“Claro, él nació antes de tiempo, pero todo estuvo bien. Nació pesando 2.800 gramos.

“Cuando vi por primera vez esa carita, yo me reía... yo no sé qué sentía de verlo, no sé qué sentía, así que lloré de felicidad cuando me lo pusieron al ladito. Supimos que era un niño, así que empezó la carrera por comprarle y también buscarle con amigos algunas cosas.

“Mi hermana Evelyn le tomó fotos y mis niños estaban felices de tener un hermanito.

“Es un milagro de Dios, así que por eso lo llamamos Ángel. Dios es el que sabe por qué nos da propósitos y es quien define el mañana y sus designios son perfectos”.

***

La familia de Yulieth, de 27 años, está compuesta por su esposo, Ángel Marrugo; por sus hijos Santiago y Sharik y ahora por su pequeño Ángel David, de quien tienen una increíble historia que contar.

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