[Video] Las historias tras nuestras 5 mejores fotos de 2020

Si los periodistas caminamos día a día con la tarea de narrar esos hechos cotidianos que tarde o temprano se convertirán en nuestra historia, los fotógrafos los congelan. Eso de atrapar los instantes de una realidad que unas veces nos agarra a bofetadas y otra veces ignoramos es, amigos, un reto y un don. Un desafío y un privilegio.

Nuestro equipo de fotógrafos o de reporteros gráficos -mejor- está conformado por cinco valientes seres que han hecho de su cámara un órgano más: Julio Castaño Beltrán, Zenia Valdelamar Sotelo, Óscar Díaz Acosta, Aroldo Mestre Alcántara y Luis Eduardo Herrán Álvarez. Cada uno de ellos, que salían a retratar rostros, soledades y ausencias mientras otros teníamos el privilegio de quedarnos en casa, ha escogido su mejor foto de 2020 y nos cuenta qué hay detrás de ese instante de la historia congelado y convertido en imagen.

Julio Castaño. 1 de mayo.

“Jamás pensé captar esa situación a través de mi cámara y grabarla para siempre en la historia”, dice Julio y todavía se asombra al mirar la foto: era el mercado de Bazurto, el gran, convulso y... vacío mercado de Bazurto. “El valor de esta imagen sobre Bazurto, en la avenida Pedro de Heredia, es que me hace pensar que quizás este punto algún día estuvo así, quizá cuando comenzaron a construirlo, hace decenas de años, supongo que para ejecutar su obra debían cerrar determinada zona. Y hoy creo que podremos ver universidades solitarias, bancos sin usuarios, buses sin pasajeros, alguna calle que otra sin caminantes, tiendas o centros comerciales sin servicio, pero ver la soledad del mercado de Bazurto, sobre una avenida altamente congestionada por las ventas de frutas, hortalizas, carnes, paraguas, invasiones del espacio público, el caos vehicular por los trancones, el vendedor de agua que grita, el bebedor de licor en la esquina de lo que llaman ‘la zona rosa’, la venta de ropa de paca... es impresionante.

Óscar Díaz Acosta. 22 de julio.

Óscar, en ese constante andar por las calles, se encontró con una brigada que iba de casa en casa con el fin de tomar muestras para pruebas de COVID-19. “Fue en el barrio Ternera y fue una de las primeras brigadas de salud en los barrios que tenían muchos casos de contagiados”, recuerda y confiesa que, aunque se ha topado con escenas absolutamente descrestantes y extremas en sus años como reportero gráfico, ese día, particularmente, el vestuario del personal encargado de tomar las muestras atrapó su atención. Cosas que solo se ven en medio de una pandemia...

Aroldo Mestre Alcántara. 11 de junio.

Mientras muchos aplaudían la labor del personal de la salud, exigido hasta el límite en medio de la pandemia y de una crisis sanitaria sin precedentes cercanos, otros se atrevían a enlodar su imagen diciendo que pertenecían a un cartel: que a los médicos y a las clínicas les pagaban más por cada muerte por COVID-19 registrada, así que ellos, así, sin más, dejaban su vocación a un lado... ¡No! “Pertenezco al cartel de salvar vidas”, leyó Aroldo en aquella hoja que sostenía un médico protestando: no era justo que los acusaran de algo gravísimo solo porque lo dicen en redes sociales, ¿de qué sirvieron los años y años de estudio, de trasnochar, de esforzarse, las horas enteras salvando vidas?... “La foto representa el reto que enfrenta el personal médico en Colombia, el riesgo de contagiarse directamente, al tratar a pacientes COVID-19. Exponen sus vidas y las de sus familiares y luego son violentados por ciudadanos” con acusaciones infundadas, dice el autor de la fotografía.

Zenia Valdelamar. 18 de octubre.

Ese domingo, Zenia pasaba por la avenida Santander y veía cómo las nubes grises se posaban sobre Bocagrande y Castillogrande y le pareció que aquella escena, ya saben: el cielo gris, el mar oscuro, se parecía un poco -¿o mucho?- a este año con tantas incertidumbres, tantas soledades y tantas ausencias. Y esperanza, porque la tormenta tendrá que pasar.

Luis Eduardo Herrán Álvarez. 10 de noviembre.

Se avecinaba la conmemoración de la Independencia de Cartagena, el importante y siempre emblemático 11 de noviembre, así que Luis tenía sobre sus hombros la responsabilidad de capturar un instante que hablara de Cartagena, sí, pero también de su gente, de su energía y de su empuje y así fue como surgió esta imagen. “Quería que se viera la frescura, la belleza de la mujer cartagenera, que quien viera la foto notara que había sido tomada en un sitio emblemático de la ciudad, en Getsemaní, y que sintiera de inmediato lo que significa conmemorar nuestra Independencia”, dice el autor de esta fotografía.