A partir de los 10 años, el niño sube a la gran montaña rusa de los cambios físicos y emocionales, y hasta antes de los 12 se le puede llamar preadolescente. Es una etapa en la que no son ni grandes ni pequeños, y les cuesta encajar en la casa y/o en el colegio. En ocasiones, los padres los perciben apáticos, intolerantes, inseguros y encerrados en sí mismos. La sexualidad también se está despertando y aparecen los primeros signos del desarrollo en sus cuerpos.
La aceptación por parte de los compañeros se vuelve cada vez más importante y es usual que se involucren en grupos que tienen sus mismos intereses. Muchas veces, las opiniones de sus mejores amigos son más importantes que las de sus padres o profesores.
En la parte intelectual, los progresos escolares son increíbles. El niño aprende rápido y ya puede escribir e imaginar historias. Comprende las matemáticas y tiene habilidades motrices fuertes de resistencia, tolerancia física y equilibrio.
Cuando alcanza los 11 años constantemente está haciendo algo y desborda energía. En los niños, la actividad física aumenta al igual que su gusto por la comida. Las niñas fijan su atención en la apariencia física y en los gustos por la ropa y todo lo que tenga que ver con la moda.
12 – 14 años - ¡SOY GRANDE!
Cuando el calendario muestre que el niño cumplió 12 años, se puede decir que ya entró a la adolescencia; es decir, que dio el paso normal de niño a adulto. Este proceso implica cambios en todo sentido, tanto de sí mismo(a) y de lo que está viviendo, como de los adultos a su alrededor.
“Cuando el niño o la niña cumple 12 años, todo el tiempo está en busca de su identidad y lo único que desea es construir su propia personalidad. Para los padres es preocupante, pues le perciben aislado(a) de ellos; sin embargo, no es así. El adolescente sólo está tratando de comprender su nuevo mundo. Si los padres logran encajar perfectamente y convertirse en sus mejores amigos, todo será ganancia”, aconseja la pediatra Constanza Del Castillo.
15 años - EL DUEÑO DEL MUNDO
Cuando un adolescente llega a los 15 años de edad está completamente desarrollado física e intelectualmente, y tiene un pensamiento avanzado y lógico. Se puede decir que es un preadulto. Su mente es ordenada y controlada, y como ya es capaz de entender abstracciones simbólicas, muchas veces se ve involucrado en discusiones sobre política, religión y moral.
Generalmente se siente “indestructible” y su capacidad de arriesgarse aumenta tanto en mujeres como en hombres; por eso tiende a querer experimentar situaciones sin escuchar la opinión de los mayores. La razón: se cree dueño(a) de sí mismo(a).
Por su parte, otros adolescentes entran en estados de ‘pereza’ y sus resultados académicos en el colegio no son los mejores. Se centran en sus propios intereses, como en sus programas preferidos de televisión, redes sociales, lecturas que les llaman la atención y relaciones con amigos.
TIPS PARA “SOBREVIVIR”
Para ningún padre que haya soportado los embates de la adolescencia de su hijo es un secreto que esta etapa es la más difícil de la crianza. Los siguientes tips pueden ayudarle a sobrellevarla.
· Los adolescentes exigen su propio espacio. Hágase las siguientes preguntas: ¿soy un padre controlador?, ¿exagero cuando sus gustos difieren de los míos?
· Infórmese. Cuanto más sepa usted sobre la adolescencia, ayudará mejor a su hijo.
· Hable con su hijo sobre los cambios físicos que está experimentando y déle toda la información necesaria sobre sexualidad.
· Practique la empatía con su hijo. Escuche la música que le gusta y algunas lecturas, películas o videos. Supervise lo que ve y lee.
· No haga escándalo porque prefiere llevar el pelo cortado de una manera poco usual o usa los pantalones rotos.
· La adolescencia es una etapa de experimentación. Entonces, asegúrese de explicarle a su hijo los peligros que implican las malas amistades, las drogas y el alcohol.
· Conozca a sus amigos y a las familias de ellos.
· Sepa identificar señales de alarma como cambios drásticos de temperamento, mal comportamiento en el colegio y aumento o pérdida extrema de peso.
Establezca normas claras y concisas en cuanto a horarios y permisos.
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