Ana Katalina + Pierre = ¡Noah!

Hace algún tiempo, cualquiera habría podido pensar que esta diseñadora gráfica, modelo cotizada y presentadora famosa, lo tenía todo…; incluyendo al amor de su vida, su esposo Pierre. Sin embargo, diez años después de haber encontrado a su media naranja, Ana Katalina ya puede presumir de felicidad total. ¿La razón? La llegada inminente de su hijo, Noah.
La familia Sholz Torres ya tenía un ‘hijo’; uno muy juguetón y peludo llamado Travis, que desde que apareció en sus vidas se convirtió en la adoración (canina) de todos, incluida la madre de Ana Katalina, quien siempre respetó la decisión de su hija sobre no tener hijos ‘humanos’ aun. Pero en la Navidad del 2011 llegó el ultimátum: “quiero ser abuela”. Ana Katalina y su esposo decidieron que ya era hora de dar la bienvenida a ese hijo que, por tanto tiempo, habían postergado. Y en mayo de este año el doctor les confirmó que estaban embarazados.
De ahí en adelante empezó una aventura emocionante para ambos. Pierre siempre había sido muy paternal. “Le viene de familia - comenta Ana Katalina-. Cuando él y su hermano estaban en un parque y veían a un grupo de niños jugando, no dudaban en ir a divertirse con ellos, como si fueran uno más del equipo infantil”.
Ana Katalina no era tan cercana a los niños; no es que no le gustaran, pero claramente su esposo tenía más feeling con ellos. Por eso, cuando confirmaron que serían padres, el que más se emocionó fue él, aunque ella también estaba feliz.
La presentadora nació bajo el cuidado de una madre soltera y en calidad de hija única. Nunca resintió falta de cariño y siempre fue muy consentida en su papel de primera nieta, tanto de su familia paterna como materna.
Por eso sabe que aunque es más estricta que Pierre (quien es tremendamente tolerante), entre los dos conforman un equipo bien preparado para criar a su hijo en medio de un ambiente cariñoso, pero firme con las reglas.
¿Niño o niña?
¿Qué esperaban? ¿Niño o niña? La respuesta de Ana Katalina corresponde a la de toda mujer en embarazo: a los dos solo les preocupaba que fuera un ser sano y “con todo” funcionando perfectamente. Por eso mismo evitaron tocar el tema en los primeros meses, tiempo durante el cual cualquier noticia preocupante sobre el embarazo podía darse. Pero, felizmente, no fue así.
Llegó la época de las ecografías y entonces  pudieron por fin  comprobar que el bebé estaba divinamente. Cuando su doctor de cabecera les confirmó que se trataba de un varón, ¡dicha total! “Pierre se volvió loco. Tuvo que viajar a Miami por trabajo, y tenía la intención de traer algunas cosas, pero llegó con todo: juguetes, accesorios, ropa…; mi hijo no ha nacido y ya tiene prácticamente todo lo que necesita para su primera etapa en este mundo -dice la sonriente Ana Katalina-. Incluso Pierre tiene listo un equipo skater para nuestro hijo. Estoy segura de que si hubiera sido una niña, igual le habría conseguido la parafernalia skater a ella”.
Noah, se llamará el bebé. Pudiera pensarse que esconde tras de sí alguna tradición alemana, herencia de Ana Katalina, o posiblemente de su padre. Pero no, sencillamente decantaron varias opciones y finalmente esa fue la que mejor les pareció por gusto personal y sonoridad.
Asuntos de embarazo
Ana Katalina  no quiso hablar mucho de su embarazo en cuánto supo del mismo; solo sus familiares cercanos y algunas amigas lo supieron, y todos le desearon lo mejor en esta nueva odisea que emprendía.
Pero apenas se lo contó a más gente, la barriga que hasta ese momento había permanecido escondida, se hizo un poco más evidente, a la altura del cuarto mes. Y en cuanto la noticia se dio a conocer formalmente en su trabajo, fue cómo si mágicamente su hijo decidiera manifestarse…; entonces, el embarazo se hizo ya claramente notorio.
De ahí en adelante, ella empezó a cuidar su alimentación y rutina de ejercicios. Según cuenta,  siempre adoró trotar largas distancias. Con la llegada de Noah este deseo no disminuyó, aunque sí redujo los tramos escogidos y la intensidad de su trote, de manera que pudiera seguir ejercitándose, pero teniendo todos los cuidados necesarios hacia su retoño.
Del mismo modo, y aunque siempre había disfrutado de comer frutas, este deseo se intensificó. Se hizo adicta a los cítricos y al jugo de mora, fruta que únicamente consumía antes en su estado natural. Su enorme gusto por el pollo disminuyó y, en cambio, empezó a comer más carne roja que antes.
Y al contrario de lo que les sucede a algunas parejas (cuando van a un restaurante es el hombre quien devora lo que su esposa deja en el plato), fue Ana Katalina la que empezó a dar buena cuenta de cualquier platillo que su esposo dejara a medias.
La presentadora entró también a un curso de yoga prenatal, donde aprendió a mejorar su respiración, teniendo conciencia de que ahora debía tener aire suficiente para dos. En esta dinámica participan aleatoriamente los padres y así, tanto Pierre como ella, se han podido entrenar en los debidos menesteres de conectarse a fondo con su hijo.
Esto, y algún ocasional aumento en el sueño, son las únicas novedades que ella puede reportar respecto a su anterior vida. Por lo demás, casi todo siguió como antes. Le han organizado dos shower y se considera muy afortunada por el cariño recibido.
…; Y asuntos de trabajo
¿Cuántos hijos quisieran tener? Ana Katalina es muy práctica en este sentido; por ahora quiere concentrarse en su primer vástago. No descarta tener otros hijos a futuro, pero prefiere poner su energía en este y darle todo lo que necesita. Aunque le gustan las familias grandes, prefiere ir paso a paso y no planificar demasiado lo que no puede controlar.
“Noah vendrá al mundo un año después de otro primo suyo, y casi al mismo tiempo que el hijo de una buena amiga, por lo que me gusta saber que tendrá amiguitos contemporáneos. Así que no hace falta pensar en un hermanito…; al menos por ahora”.
En cuanto al trabajo, la presentadora tiene planeado seguir con sus labores normalmente, hasta el último día que le sea posible.
Eso sí, aunque se muere por cumplir con compromisos laborales en Cartagena, a la altura de enero del 2013 no podrá ir debido a su avanzado estado de embarazo.
“Por una parte, siento nostalgia al tener que apartarme de varias grabaciones y programas que son como mis consentidos. Y al mismo tiempo, prefiero seguir al pie de la letra las recomendaciones médicas”.
Y es que con Noah a puertas de llegar en febrero, Ana Katalina tendrá que apartarse de su agitado ritmo de viajes, aeropuertos y otros gajes propios de su profesión.
En esta Navidad, ella y su esposo no estarán tan acompañados como ha pasado en las de otros años, pues la madre de ella viajará justamente entre el 24 y el 31, por lo que no podrá ayudar a preparar el pavo que tanto le gusta a Ana Katalina.
Sin embargo, por eso mismo, esta será la ocasión perfecta para que la presentadora se luzca como cocinera ante su cuñado y la pareja de él, quienes serán los que acompañen a la creciente familia en esta festividad, la cual será la última que vivan los Sholz Torres como pareja sin hijos.
Consejos para futuras madres
Ella tiene mucho que aprender; le asusta pensar que no pueda ser capaz de cambiar bien los pañales, entender el llanto de su hijo o no saber alzarlo correctamente.
Así que lo único que le queda es calmarse,  escuchar todo lo que pueda aprender y dejar que sea su propia experiencia la que la “eduque” en su nuevo reto como madre.
Por eso les recomienda a las mamás primerizas como ella, vivir paso a paso lo que venga, sin dejarse afectar demasiado por mitos o creencias populares, ni pensar exageradamente en un futuro que no se puede controlar desde ahora, y más bien concentrarse en hacer lo mejor posible en el presente.