Aunque la actual Miss Universo y la Señorita Colombia son primas, hacía rato se habían perdido el rastro. Cuando eran niñas estudiaban en el mismo colegio, pero por una diferencia de edad y del grado que cursaban, Ariadna siempre fue más cercana a Valeria, la hermana menor de Paulina. Tiempo después la familia Vega se fue a vivir a Bogotá y ahí perdieron contacto.
Hace un par de años, Ariadna volvió a ver a Paulina en una revista que anunciaba su participación en el Concurso Nacional de Belleza, justamente el mismo año en que nuestra actual Señorita Colombia no pudo concursar pues debía cumplir algunos de sus contratos como modelo, profesión que ejerce desde que salió del colegio y que le ha permitido trabajar con marcas tan prestigiosas como Dolce & Gabbana.
Sin embargo, lo que pasaría un año después no lo podía prever nadie: este par de primas se quedarían dos años consecutivos con el título de la mujer más hermosa del país. “Yo no sabía que Paulina quería participar en el concurso –recuerda Ariadna- y como ese año no pude ir, pensé: ‘ojalá sea ella quien me entregue la corona’. ¡Y así fue! Pero nunca, hasta entonces, lo había pensado”.
Y a pesar de lo que imaginarán muchos, Miss Colombia no siente presión por el logro de su prima, hoy Miss Universo. Por el contrario, afirma que gracias a esto los ojos del mundo están puestos en el país y en ella; una puerta que, siente, se abrió también para las representantes que vengan después.
“En mi familia siempre han creído en mí, y como Paulina abrió esta puerta de tener un título de Miss Universo para Colombia después de tantos años, la gente tiene más ilusión ahora. En casa no hay comparaciones, todos me apoyan incondicionalmente, incluso ya creían en mí desde antes que Paulina ganara. Tú sabes cómo son las familias…”.
Lista para arrasar
Ariadna no es una persona que crea en la suerte, pero sí en que el destino está escrito. Entonces prefiere creer que en el suyo está, con letras mayúsculas, el título de Miss Universo. Y como considera que las cosas que nos pasan son producto del llamado que les hace nuestra mente, en la suya no hay un pensamiento distinto al de ganar.
Ya en Cartagena le había pasado algo similar, pues al obtener varios reconocimientos –entre ellos el de “la reina de la Policía”-, las demás participantes le decían que al haberse quedado con todos los premios de consolación, no sería coronada soberana. Pero en la noche de la elección Ariadna los dejó callados a todos, pues con unos puntajes muy contundentes se quedó también con el premio mayor.
Llevaste la primera corona para Sucre. ¿Qué tan importante fue para el departamento?
Imagínate, después de 80 años sin tener reina… Me ha gustado mucho porque la gente en Sucre ha tenido muy en cuenta mi opinión sobre los cambios que debería haber en el departamento. Eso me parece chévere porque ahora tengo la posibilidad de ser la embajadora de las necesidades de la gente, la opinión de la reina siempre vale para todos y esto es maravilloso.
¿Dudaste en algún momento que ganarías el título de Señorita Colombia?
Me encomendé a Dios y al mismo tiempo supe -desde que comencé mi trayectoria como Señorita Sucre- que si hacía las cosas bien, tendría mi recompensa. La gente allá es testigo de lo que luché y esperé para poder representar al departamento.
Siempre soñé con ser reina. De hecho, desde que comencé en el modelaje me cuidaba de no usar transparencias y no salir en ropa interior, algo me decía que tenía que ir al reinado aunque en ese momento no tuviera ningún contacto con la Corporación de Belleza de Sucre. Y mira, todo esto sí sirvió.
¿Qué sensación te causa Miss Universo ahora, cuando todavía falta un buen tiempo para participar?
Tenemos a una Miss Universo después de 57 años, y yo sabía que Paulina iba a ganar. Sé que es una responsabilidad muy grande, pues los ojos del mundo están puestos sobre nuestro país, y por ende, sobre mí, que soy la próxima representante. Entonces siempre tengo que estar pensando en cómo hacer para callar a quienes no creen en mí y cómo retribuir la confianza de aquellos que sí creen.
Sé que tengo por delante un reto muy difícil, pero no es imposible. Sé que se puede lograr.
Más allá de que te alegre el título de Paulina por ser tu prima y porque además tenemos Miss Universo, ¿crees que a ti te favorece o no esa situación?
Creo que es igual de difícil, pero podría repetirse la historia que alguna vez escribió Venezuela con Dayana Mendoza y Stefanía Fernández (quienes le dieron el título de Miss Universo a ese país en 2008 y 2009). Si Paulina no hubiera ganado, representar a Colombia y ganar son retos igual de complicados.
Finalmente el reto es con uno mismo y no con la Miss Universo vigente, y el papel que hizo Paulina fue tan espectacular que nos abrió las puertas a todas las que venimos de aquí en adelante.
¿Qué tan diferente es la preparación para Señorita Colombia y para Miss Universo?
Mi preparación duró casi dos años y fue súper dura, especialmente en lo emocional, pues debes llegar muy fuerte, con buena autoestima y súper segura de lo que tienes; porque si te dejas afectar por los comentarios de gente que no conoces, no estás en nada.
Para Miss Universo quiero trabajar mucho en eso, en fortalecerme interiormente, al igual que lo hice para Miss Colombia. Creo que era la única candidata que me hacía autobullying, y me explico: los reinados se prestan para que la gente morbosa y la prensa amarillista digan de todo, y yo, por las noches, me metía a ver los comentarios en los foros y me reía mucho con lo que leía. Entonces, si soy capaz de soportar eso, soy capaz de soportar cualquier otra cosa.
En Miss Universo, las finalistas fueron criticadas por sus respuestas. ¿Cómo te sientes en esa parte?
No es por comparar, pero quiero llegar como las venezolanas. Ellas nunca están nerviosas y pareciera que las preparan para el momento final, son unas máquinas contestando; no se ponen nerviosas, no titubean y dan respuestas concisas.
Estoy estudiando para eso, pero nada más al pensar que se trata de Miss Universo y que todo el mundo te está viendo, cualquier ser humano se pondría nervioso. Espero trabajarlo mucho y aprender, porque eso debe tener su truco. Lo bueno es que yo funciono muy bien trabajando bajo presión.
¿Cómo va la elección del ajuar?
El reinado me da mucha libertad porque allí saben que me he movido en el mundo de la moda y que tengo buen gusto. Hasta ahora estoy viendo la carta de colores; y aunque soy muy clásica, de repente me atrevería a llevar un vestido rojo o verde esmeralda para la coronación, todavía no sé...
La verdad, quiero ver a Alfredo Barraza y a Beatriz Camacho. Alfredo puso su nombre en alto dejando a Paulina perfecta cada día, así que me parece que tiene todo el conocimiento y la experiencia del mundo en este tema.
Dices que la suerte no existe, pero que el destino está escrito. ¿Crees que en tu destino está ser Miss Universo?
Creo que sí. ¡Ojala el destino no me haga quedar mal! Algo me decía que iba a ser Señorita Colombia, aunque muchas veces lo dudé porque en ciertos momentos fue difícil participar debido a mis contratos como modelo. ¡Espero que esta vez también esté en lo correcto!
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