Busto lindo

Aunque tal vez lo anterior no sea el detonante de la atención concebida hacia el busto femenino, porque desde el siglo XIX algunos científicos inventaron formas -que resultaron suicidas o inviables- para rellenar los senos, es interesante ver el culto que actualmente se le rinde a esta parte de la anatomía.
Antes de hablar sobre belleza, es importante reflexionar por qué el tamaño es indicador de ésta. Si bien la publicidad vende hasta planes funerarios con  escotes prominentes, esto es solo una interpretación, pues la belleza es esa sutil proporción que hace de lo armónico lo bonito. O si no, ¿qué sensación le provoca ver a una mujer que mide 1.50 m con implantes 38 C?

CUIDADO INTEGRAL
No en vano se dice que “eres lo que comes”. El cuidado del cuerpo y por lo tanto de cualquier parte de éste, comienza desde la alimentación, combustible de las células que regeneran los tejidos y exteriorizan sus efectos.
Dos claves a la hora de ayudarle a nuestro busto a través de una correcta nutrición. Primera, controlar el peso, factor indispensable porque un yo-yo en la balanza puede dañar la elasticidad y generar estrías y flacidez en los senos-. Segunda, darle  a nuestro cuerpo las sustancias que favorecen la producción de colágeno y de otros componentes vitales en la prolongación natural de la juventud.
Alimentos integrales, cereales y frutos secos son indispensables por su aporte de fibra; magnesio, vitamina C y cinc; proteínas y vegetales, y  pescados ricos en omega 3 conforman la lista. Es obvio que los dulces y las grasas acortarán el periodo de lozanía y firmeza de la piel en general, así que se recomienda consumirlos en dosis bajas y esporádicas.

NO RETE  A LA GRAVEDAD
Dormir boca abajo, andar y sentarse jorobada y no usar sostén, son formas de mandar al piso lo que debe estar a varios centímetros arriba del ombligo.
Primero: descargar toda la noche el peso del cuerpo sobre sus senos no es recomendable. Segundo: echar los hombros hacia adelante requiere de un descolgamiento de los senos, la piel que va desde la barbilla hasta el pectoral es su soporte natural. Tercero: el brasier refuerza el trabajo de la piel, contrarrestando la  carencia de músculos y ligamentos en la zona.

¿Y LOS PRODUCTOS?
La hidratación es un proceso vital para la delicada piel del busto. Por eso, cremas reafirmantes, aceites hidratantes y suaves masajes circulares por dos minutos al día, pueden marcar la diferencia.
Por supuesto, estos productos no son pócimas mágicas, pero sí buenas herramientas al servicio de la belleza y salud de un escote. Pero debe ser paciente y constante para notar los resultados. Súmele a esto tomar la suficiente agua y hacer ejercicios que estimulen los pectorales.

ACTIVIDAD FÍSICA
La natación es el deporte más completo para ayudarle a la zona, pues conjuga el fortalecimiento de los pectorales y el masaje del agua.
Si no le queda tiempo para ejercitarse en el agua o en un gimnasio diariamente, cinco minutos al día de algún ejercicio sencillo bastarán. Por ejemplo, puede extender los brazos al frente y cruzar las manos en movimiento de tijera en sesiones de 12 repeticiones. También funciona mover las manos en círculos con los brazos en cruz.
O póngase de pie a 80 centímetros de la pared, apoye las manos en ésta, doble los codos y toque la pared con la frente.

LOS SABERES DE LAS ABUELAS
- Aplicarse hielo o compresas  frías (no heladas), ayuda a la firmeza. Las duchas con agua fría también sirven.
- Hágase una exfoliación suave al mes con una mezcla de crema hidratante y azúcar.
- Bata una clara de huevo a punto de nieve y aplíquela en el busto con suaves masajes para que el batido se impregne. Déjelo media hora y enjuague.

LOS IMPLANTES
Son una alternativa para mujeres con “escasez de abundancia” en la zona, así como para las que teniendo una buena talla de sostén perdieron parte de su volumen por alguna causa específica.
Según un artículo del cirujano plástico Ómar Pacheco (ex presidente de la Asociación Colombiana de Cirugía) relacionado con los implantes,  “para  escoger los adecuados tengo en cuenta una serie de condiciones como el volumen y la forma del seno que la paciente tiene antes de la cirugía, así como la amplitud del tórax, su estatura, y su peso. No es lo mismo colocar una prótesis de base ancha cuando el tórax es angosto o viceversa. También la expectativa que tiene la paciente con el aumento,  pues  hay quienes quieren un aumento moderado y otras que escogen implantes tan grandes que rompen el principio de la proporcionalidad y la estética”.
La posición de los implantes está determinada por el tamaño de los senos antes de la cirugía. Si son muy pequeños se notarían las  prótesis, por lo que deben colocarse debajo del músculo para evitar que se vean y reducir el endurecimiento de los senos.