Hace cuatro años comenzó una nueva etapa en su vida. Porque cambiarse de religión, casarse y ser madre, son acontecimientos que no suelen vivirse en el mismo año. ‘El ahora’ lo vive intentando dividirse en dos: además de ser madre de Matías y de estar al aire en Comando Élite, le dará vida a Lena, su nuevo personaje En la boca del lobo.
Las novenas, el pesebre, los regalos, la natilla y los buñuelos no son protagonistas en el hogar Korn Acevedo. Casados como están bajo la religión judía, estas costumbres católicas son vividas por Matías –su hijo de tres años- bajo la batuta de sus abuelos maternos, quienes los convocan cada 24 y 31 de diciembre para festejar.
Desde hace cuatro años, cuando se convirtió a la religión de su esposo -Salomón Korn- Carolina celebra el Hanukkah, una festividad que durante ocho días rememora la recuperación del Templo de Jerusalén de manos griegas en el siglo II antes de Cristo. Para ello, cada noche –excepto la primera, cuando se encienden dos- una vela se prende en la Menorah (candelabro de nueve brazos), mientras las familias y los amigos reunidos entonan oraciones y cánticos.
Y aunque para ellos ya terminó el año, se irán con los padres de Carolina a descansar a una finca durante 10 días, en los cuales serán familia tiempo completo. Porque aquel hombre que se casara con la actriz debía llevársela bien con la idea de una esposa muy trabajadora; por eso, cuando paren las grabaciones de la nueva serie En la boca del lobo, ella no piensa hacer otra cosa que compartir todo el tiempo con su esposo e hijo.
“La semana pasada llevé a Matías al set porque me dijo que quería ir a mi trabajo… ¡pero duró exactamente media hora! Él está muy chiquito para aguantarse eso, y ‘estar en silencio’ no es un ambiente para ningún niño. Sin embargo, cuento con la buena suerte de que mi esposo tiene la oficina en casa y puede estar pendiente de él. También lo están mis papás y tiene una nana que adora; pero aun así, trato de dedicarle todo el tiempo libre. Obviamente le hago falta, y sin embargo todos en casa entienden que mi trabajo es así”.
Claramente, su vida se divide en dos: antes de Matías y después. No obstante, durante 22 años ella no ha hecho nada distinto a actuar y logró hacerlo con excelentes resultados antes, durante y después del embarazo. Así, mientras desaparecía su cintura, participó en la serie Correo de inocentes, además de rodar San Andresito, al lado de Andrés Parra y Verónica Orozco.
Una vez recuperada del parto la llamaron de Los caballeros las prefieren brutas y también se enroló en temporada con Amores que matan, en el Teatro La Castellana de Bogotá. Luego encarnó por varios meses a Carolina Arciniegas, personaje con el que está al aire en Comando Élite, y el cual le dedica completamente a su papá, hoy en día, policía de la Reserva Colombiana.
Matías, su “polo a tierra”
Al estar casi dos tercios de su vida en el ojo de la opinión pública, Carolina sí que sabe de chismes. Durante un tiempo, algunas voces la cuestionaron por tener una vida social… “muy agitada”. Y al respecto comenta entre risas que si bien se saltó una parte de la adolescencia por sus compromisos laborales, la retomó con juicio después.
Además no se arrepiente de haber vivido entre sets de televisión toda su vida. Considera que haber asumido responsabilidades poco comunes a esa edad la convirtió en la persona que es hoy. Pero así como afirma que será una inmadura toda la vida, sabe perfectamente que desde que Matías nació le ha tocado crecer en muchos aspectos.
“Matías me dio ‘peso’ y se convirtió en mi polo a tierra. Con él maduré porque me tocó; independientemente de eso siempre digo que soy una ‘culicagada’ y no voy a crecer nunca. Lo que pasa es que ahora tengo a alguien por quien hacer todo y quien me espera todos los días”.
Por el balance que hace de sí misma, está segura de que no se opondría a que más adelante Matías actuara. Desde su propio vientre vivió el trabajo de su madre y por eso no resulta tan casual que sea descrito por ella como el más dramático e histriónico. “Él es el más actor de todos -comenta divertida-. Hace poco lo llamaron para hacer de mi hijo en la serie que estoy grabando, pero finalmente no se pudo. Pero si cuando esté más grande quiere ser actor, lo voy a ayudar; uno debe apoyar a los hijos con lo que quieran hacer. Obviamente, estaría pendiente como lo estuvieron mis padres.
De todas maneras –continúa- ahora está muy chiquito y es mejor que se dedique al colegio y a sus cosas. Más adelante no tendré ningún problema. ¡A quien no le gusta mucho la idea, es al papá! (risas)”.
Por lo pronto la seguiremos viendo al aire como Carolina Arciniegas, una competente sicóloga de la Policía quien, según nos cuenta, le dio la oportunidad de salirse de los personajes que suele interpretar y además le dejó una importante lección a su vida personal. “De racional, yo, Carolina Acevedo, no tengo un pelo. Y estar ocho meses analizando todo desde la cabeza fue un trabajo de verdad muy arduo, pues me rijo mucho por la emocionalidad.
Entonces –asegura- el aprendizaje fue tremendo. Me di cuenta que sí soy capaz de usar la razón… ¡y funciona! Y de paso, demostrar que puedo salirme de los papeles que me había dedicado a hacer”.
Comentarios ()