Su jornada comienza temprano, cuando le da el desayuno a Pedro y prepara a Elena para llevarla al jardín. Después se va a Chairama Spa, donde trabaja en el día a día con alianzas, proveedores, pagos, servicio al cliente y tratamientos de belleza; algunas veces puede ir a almorzar a casa. Pero eso sí, busca tiempo para llevar a los niños a sus clases de gimnasia y natación.
En las noches, cena familiar con Carlos y luego juegos compartidos con los niños. Los domingos van a Pombo Musical, en el restaurante de Carlos y Guillermo Vives. Sus hijos crecieron escuchando ese disco y Elena se sabe todas las canciones…;
Así es el diario vivir de quien fuera Señorita Colombia en 1996 (“el cariño de los colombianos está guardado en mi corazón”) y hoy es empresaria y socia de Chairama Spa, un espacio que rinde culto a la diversidad colombiana, en especial a la Sierra Nevada de Santa Marta y, para ella, un sueño hecho realidad. Eso sin contar con que muchas marcas la quieren como imagen y actualmente, por ejemplo, es protagonista de la campaña de un conocido producto ambientador.
¿Cómo va con su rol de mamá?
Amo dar todo mi amor y dedicar mucho tiempo a la vida de mis hijos. Soy paciente y cuando, por ejemplo, a Elena le da una pataleta, ella ya sabe que debe ‘gastarse’ su berrinche. Sólo cuando está calmada y se controla, vuelve a buscarme y ahí sí podemos hablar. Ha sido un aprendizaje mutuo para las dos y eso es la maternidad.
Mi vida en familia es maravillosa, disfruto cuando estamos todos juntos. Carlos y yo dedicamos tiempo a cada hijo y también buscamos espacios para nosotros solos, pues esto es muy importante en una relación.
Hablando de su esposo, ¿cómo define a Carlos Vives?
Es un creativo de tiempo completo, hiperactivo y dinámico. No para de crear en todos los aspectos de su vida. Es un artista integral. Siempre me he sentido orgullosa de su trabajo y de su carrera musical; estoy convencida de que ha hecho un aporte inmenso a la música colombiana, él les abrió las puertas a todos los cantantes de Colombia que hoy triunfan en el mundo.
Ustedes se convirtieron en la primera Familia Embajadora de Buena Voluntad para Unicef…;
Fue una experiencia increíble. Conocimos de cerca la problemática de la niñez en nuestro país y hacerla visible a los demás se convirtió en nuestro compromiso. Hay políticas claras que debemos hacer efectivas para todos los colombianos. La niñez es el futuro y la obligación de todos es protegerla.
Creemos en la política de primera infancia: todos vivos, todos sanos, todos nutridos, todos con familia, todos protegidos, ninguno maltratado, ninguno sin escuela, todos registrados, todos con un servicio garantizado de salud, pero siempre reconociendo que Colombia es un país pluriétnico y multicultural.
Desde antes que estuviéramos embarazados de Elena, muchos medios nos buscaron para que les contáramos sobre nuestra vida, y la llegada de nuestra hija nos marcó el camino sobre la responsabilidad como una familia influyente. Fue así como decidimos ser la primera Familia Embajadora de Unicef.
Cambiando de tema, ¿cuáles son los principales retos que ha enfrentado en su trabajo como empresaria en Chairama Spa?
¡El servicio al cliente es un reto permanente! Satisfacer a todo el mundo es muy difícil y hay reglas internas que debemos conservar. La idea es lograr que todos los clientes que salen por las puertas de Chairama Spa, se vayan a su casa sintiendo que vivieron una experiencia única de bienestar y salud…; que salgan felices.
¿Qué planes tiene a futuro?
Otras sucursales de Chairama Spa en el país. Ya firmamos contrato para montar uno en Cholón, a las afueras de Cartagena, que se llama Matimbá Club & Spa. Éste será como el de Bogotá. Estamos muy contentos con esta franquicia; estuve en Cartagena en diciembre del año pasado en el lanzamiento y fue todo un éxito.
A usted le gusta la medicina alternativa y lo naturista. ¿Qué hábitos mantiene con respecto a esta tendencia?
Tengo un médico alternativo en Medellín a quien adoro…; y cuando lo consulto, me enseña mucho sobre la alimentación y la relación con los diferentes tipos de sangre, la mezcla de ciertos alimentos, etc. Esto lo pongo en práctica también con mis hijos. Me gusta la homeopatía y, para los niños, consulto a un pediatra homeópata.
Personalmente, me cuido llevando una vida sana y organizada. Me alimento bien, y como de todo, pero de forma balanceada. En mi casa siempre hay verduras, jugos y frutas. La comida fresca y sana que uno tiene el privilegio de encontrar en Colombia es el mejor ‘programa’ de cuidado para la salud.
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