Cocina fusión, un toque gastronómico de cada región del mundo

“Cocina Fusión”: un término simplificado para hablar de la combinación maravillosa de sabores y aromas  provenientes de las diferentes cocinas del mundo.
Durante las grandes expediciones que llevaron al descubrimiento de tierras lejanas, los alimentos ocuparon un lugar de privilegio: fueron regalos de bienvenida para los extraños, que se sorprendían ante olores, sabores y colores tan exóticos como deliciosos.
Por citar un ejemplo: las especias, un producto que favoreció el desarrollo gastronómico y el intercambio en los mercados, debido a sus ricos aromas y a sus propiedades medicinales, energéticas y estimulantes. ¡Gracias a ellas los cocineros nos volvimos mágicos!
Y en la larga lista están el cacao, la cebolla, el ajo, el tomate, el jengibre, el pimentón y el azafrán, entre muchos otros.
La cocina fusión no es un invento moderno. Debemos buscar sus orígenes siglos atrás, en la histórica mezcla de culturas y tradiciones -que no solo fueron de tipo culinario- y la cual es difícilmente localizable.
Lo cierto es que no existen reglas absolutas a la hora de aventurarse en la cocina fusión. Lo que cuenta es la fantasía, la creatividad y el buen gusto de quien cocina. El placer reside justamente en unir aromas y sabores de distintas procedencias, conservando como base nuestras tradiciones culinarias.
Hoy, Colombia disfruta de este boom gastronómico, cuyo resultado final es una caja llena de sorpresas por develar. Nuestro país sigue siendo una de las mayores despensas de alimentos  del planeta, característica que supieron aprovechar  las diferentes influencias culturales que llegaron paulatinamente a estas tierras. Desde el  descubrimiento de América, la cocina colombiana empieza una perfecta fusión de sabores a través del asentamiento de los españoles y de la llegada de los esclavos africanos, quienes trajeron en sus bolsillos especias que luego se unieron con lo cultivado por los indígenas.
En la actualidad,  nuestra cocina vive un hermoso momento de esplendor. Finalmente, gracias a las comunicaciones y  a la integración cultural, el mundo empieza a conocer y a hacer suyos los sabores de  la gastronomía colombiana. Y la nueva generación de cocineros tiene la tarea de seguir fusionando productos con responsabilidad y profesionalismo.
¡Bienvenida la revolución  de cultura  culinaria  a nuestro país! Porque no solo aporta al desarrollo, sino que cada día nos hace mejores embajadores de la  cultura gastronómica en otras naciones.