“De lo que recibimos podemos ganarnos la vida, de lo que damos hacemos una vida”.
Arthur Ashe
Como sociedad, siempre estamos preocupados por cuánto vamos a recibir, a quién le corresponde dárnoslo y qué debemos hacer para recibir aún más. En el corre corre de todos los días nos enfocamos tanto en las necesidades propias, que juramos que el mundo gira a nuestro alrededor. Lo único que nos interesa es lo que nos afecta directamente a nosotros o a nuestros seres queridos, el resto lo descartamos por no ser “nuestro problema”.
La palabra empatía, esa capacidad de ponernos en los zapatos de los otros, no es muy común en nuestro vocabulario. Por el contrario, pensamos que si nosotros estamos bien económicamente, todo está bien; si nosotros tenemos trabajo, todo está bien; si nosotros tenemos salud, todo está bien. Se nos ha olvidado que es precisamente cuando estamos bien, que tenemos la capacidad de ayudar más.
A una mujer a quien definitivamente no se le olvidó -a pesar de su juventud, su éxito y su extraordinaria belleza-, fue a nuestra portada, Johana Bahamón. Estando en la cúspide de su carrera, decidió pensar más allá de su próximo proyecto actoral o su próxima carátula de revista. Ella tomó su talento y en vez de ensimismarse y enfocarse en recibir galardones o alabanzas por su físico, se dedicó a compartir sus conocimientos y a darles herramientas y segundas oportunidad a los que más lo necesitan.
Como sociedad debemos interiorizar que al ayudar al prójimo nos estamos ayudando a nosotros mismos, estamos remendando las fibras descompuestas por tanto egocentrismo que venimos manifestando en los últimos tiempos.
Esta semana, la sección “En solo 5 pasos” nos facilita afrontar los miedos. Sin duda, hay momentos en la vida cuando la tentación es meter la cabeza en la arena como un avestruz y rezar para que todo mejore. Pero corremos el riesgo de paralizarnos y auto-sabotearnos a la hora de cumplir nuestros sueños.
Les confieso que esta semana lloré de felicidad con el testimonio de Michelle Yidios, en la sección “En mis zapatos”. Ella y su bellísima historia me conmovieron como mamá y como mujer creyente. Me recordaron la iluminada frase de Einstein: “En la vida hay dos maneras de vivir: como si todo es un milagro o como si nada lo es”.
Nuestra sicóloga María Elena López, nos ayuda con un tema que tantos papás hemos confrontado y tal vez de la manera equivocada. Ojalá con su respuesta a una lectora, de cómo contarles a sus hijos que se está divorciando (si ustedes se encuentran en esta situación), tengan las herramientas para hacerlo lo más inteligentemente posible.
Tomemos un minuto esta semana para sonreírle a un extraño, mantenerle la puerta abierta a un desconocido o simplemente cederle el paso a alguien en un trancón. ¡Recordemos que nadie se ha vuelto más pobre siendo generoso!
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