Revista nueva


El embarazo nunca había sido tan bello

REVISTA NUEVA

03 de mayo de 2014 12:02 AM


No importa cuántos mitos escuche, hacer ejercicio, usar productos naturales y ayudarse con masajes para evitar las estrías y la retención de líquidos son algunos trucos indispensables en este viaje hacia la maternidad.

Todas las mujeres somos diferentes, y por ende, los embarazos también. Sin embargo, el proceso hormonal en el que entra una mujer para poder ser madre se extiende a todas más o menos de la misma manera, generando unos retos físicos que varían de acuerdo con los hábitos y cuidados de cada quien.

Así, no es raro ver que a muchas el embarazo les sienta de maravilla: su piel y pelo se  ponen luminosos y escasamente se alteran las formas de su cuerpo. Pero lo que solemos olvidar es la importancia de estar bien y en forma antes de quedar embarazadas; porque si se trata de alguien sedentaria, con una alimentación cuestionable y ajena a la importancia de la hidratación, seguramente afrontará mayores retos los próximos nueve meses.

De hecho, la piel es uno de los órganos más puestos al límite durante el proceso. Que nos crezca la barriga como si nos hubiéramos comido un gran globo y luego esperar que regrese a su estado natural, requiere constancia y cuidados. Obviamente se enfrentan retos importantes, pero ser conscientes de que lo primordial es el bienestar del bebé, nos ayudará a tomar las mejores decisiones.

Entonces olvídese de tratamientos estéticos que no sean estrictamente manuales –como algunos masajes-, de productos cosméticos con químicos, cirugías estéticas, sobreexposición solar (o técnicas de bronceado), ejercicio exigente y dietas estrictas. Ahora su cuerpo es un hotel y debe procurar que sea cinco estrellas.

DIOSAS MATERNALES
1. La piel y sus exigencias

- Rostros luminosos. Quienes ya pasaron por este maravilloso proceso sabrán que las consecuencias de esa montaña rusa hormonal que supone estar embarazada incluyen varias afecciones en la piel. Las más comunes son la aparición de manchas, acné, resequedad e incluso alergias.

Por eso, un tratamiento muy útil que puede practicarse sin ningún riesgo para contrarrestar estas consecuencias, es una limpieza facial regular. Por supuesto, en su estado no puede usar ningún tipo de aparatología, pues las radiaciones son nocivas para el bebé. Entonces opte por una limpieza profunda y aproveche las bondades de las mascarillas naturales.

La mejor forma de evitar las manchas en el rostro es siguiendo una estricta rutina con el bloqueador solar. No usarlo desde el primer día puede suponer un grave error, pues una vez que se comienza a pigmentar la piel, será más complicado invertir el proceso.

Si bien el sol es determinante en la evolución del embarazo, debe ser tomado con mucha precaución, en horarios que no sean peligrosos y solamente por lapsos muy cortos. Además, el uso de sombreros y gorras es ineludible, su rostro deberá estar protegido permanentemente si quiere terminar la gestación sin manchas ni alergias.

El cuerpo también cuenta
Las cámaras solares y saunas son sitios contraindicados para cualquier mujer en vísperas de ser madre. El exceso de calor que estos lugares patrocinan son del todo inconvenientes para ella y para el bebé.

Al mismo tiempo, uno de los mayores retos es mantener la piel del cuerpo humectada. Es natural que al no ser lo suficientemente elástica, genere al estirarse cierto escozor; si usted cede a la picazón y se rasca, terminará contribuyendo al rasgamiento de la piel. Por eso, además de la ingesta diaria de agua, debe elegir las cremas y aceites más naturales que encuentre y así nutrir la piel desde afuera.

Los aceites esenciales deben evitarse a toda costa, pues al igual que ciertos químicos, su absorción por el torrente sanguíneo es perjudicial para el feto. En cambio es especialmente benéfico el de rosa mosqueta –en especial indicado en pieles propensas a las estrías-, que al ser aplicado dos veces al día le ayudará a nutrir y regenerar los tejidos (recomendado para tratar cicatrices dejadas por las cesáreas).

También se aconsejan el de almendras, jojoba, germen de trigo y avellanas, los cuales se recomiendan aplicar junto con una crema antiestrías, combinándolos en cantidades iguales o alternando la aplicación entre el uno y el otro. 

2. El relajante mundo de los masajes
Estar embarazada, además de hacerle portadora de una inmensa felicidad, le hará objeto de ciertos achaques como los dolores lumbares, de cuello y articulaciones. También, algunas mujeres tienden a retener líquidos, toxinas y a subir muchos kilos más de los oportunos –se recomienda de 9 a 14-.

Así mismo, el útero no para de crecer, desplazando el centro de gravedad y debilitando los músculos abdominales, situación que modificará en todo su postura, pues la espalda se verá sometida a una presión extra. También está el problemita de la celulitis y el aumento en los niveles de ansiedad, tan normal sobre todo en las primerizas.

Y para cada una de esas situaciones hay un tipo de masaje recomendado. Por supuesto, debe estar segura de que el spa o centro estético al que acuda sea de absoluta confianza, empezando por el hecho de que no use productos cosméticos que puedan penetrar la piel y eventualmente llegar al cordón umbilical. Los masajes prenatales, los anticelulíticos y los antiestrés son los más usados.

3. Color en el embarazo
Las nuevas líneas de productos completamente naturales se enfocan en brindarles a las mujeres la posibilidad de derribar mitos y premisas. Por eso rutinas tan empleadas como teñirse el pelo pueden hacerse  sin ponerse en riesgo. La henna es un producto conocido y empleado por muchas personas hace tiempo y en el embarazo representa una gran opción.

Sin embargo, también existen productos con una base vegetal. Estos contienen ingredientes activos que fortalecen el cabello mientras le dan color. Aunque no duran tanto como los tintes tradicionales pueden ayudarle, aunque valdría la pena cuestionarse si es necesario realmente hacerlo.

4. Ejercitarse, el mejor tratamiento
Sabemos que uno de los mayores retos cuando se está en embarazo es no aumentar demasiados kilos. Más allá de los motivos estéticos, caminar, hacer yoga prenatal, pilates y nadar, son actividades determinantes en el control del peso.

Estar en forma le permitirá a su bebé gozar de mayor bienestar, pues además de fuerza, postura y flexibilidad, aumentará la sensación de placer y tranquilidad  en usted y su hijo.

Por supuesto, las actividades extremas o los ejercicios con pesas son del todo contraindicados. Tal vez caminar sea la mejor opción, en especial cuando no ha llevado una vida muy activa antes del embarazo. En todo caso, no olvide que después del primer trimestre es necesario evitar ejercicios abdominales u otros que la obliguen a tumbarse de espalda.


PRECAUCIONES PARA LA BELLEZA
El primer trimestre es un momento muy importante de la gestación. Se están formando los sistemas y órganos más importantes del futuro hijo y las posibilidades de abortar espontáneamente son las más altas de todo el embarazo. Por eso es indispensable no hacerse tratamientos de ningún tipo antes del segundo trimestre, por lo menos, por prevención.

Aunque siempre será mejor consultar con su médico cualquier paso que piense dar, también debe saber que en caso de diabetes gestacional, toxemia, hipertensión, problemas de riñones o vejiga, insuficiencia cardíaca, pulmonar o renal, enfermedades infecciosas y trastornos dérmicos como la psoriasis, es mejor no someterse a ningún tratamiento.

Se ha producido un error al procesar la plantilla.
Invocation of method 'get' in  class [Ljava.lang.String; threw exception java.lang.ArrayIndexOutOfBoundsException at VM_global_iter.vm[line 2204, column 56]
1##----TEMPLATE-EU-01-V-LDJSON----
 
2   
 
3#printArticleJsonLd()
 

Comentarios ()

 
  NOTICIAS RECOMENDADAS