Revista turbo


Mercedes-Benz Clase A, radicalmente diferente

REVISTA TURBO

10 de abril de 2013 08:40 PM

Mercedes-Benz abre un nuevo capítulo en el segmento de los autos compactos con el nuevo  Clase A, modelo que nos muestra una fisonomía diferente: dejó de ser un monovolumen de amplio espacio interior para convertirse en un compacto de cinco puertas con un marcado estilo deportivo. El modelo, que fue la estrella en el pasado Salón del Automóvil de Bogotá, donde se exhibió por primera vez en el país, se comercializará en dos versiones que se diferencian por su tipo de transmisión, caja mecánica y automática.
El Clase A nos deja ver el lado juvenil de Mercedes-Benz con una carrocería 180 mm más pegada al piso y unas dimensiones de 4,29 metros de longitud, 1,78 metros de ancho y 1,43 metros de altura, medidas similares a las del Audi A3 Sportback (versión cinco puertas) y a las del BMW Serie 1, rivales en la categoría.

Diseño
El nuevo Clase A  es completamente nuevo. Fue desarrollado desde cero y concebido para atraer el gusto de los jóvenes por su audaz y llamativo diseño. El modelo establece un nuevo lenguaje de diseño para la marca, que adopta una serie de líneas curvas, frescas y juveniles que poco a poco se extenderán a los demás modelos de la firma.
Su estilo se asemeja a un cupé gracias a la línea arqueada de las ventanillas, que nace desde los mismos retrovisores laterales que, por cierto, integran luces intermitentes tipo LED. El frontal es prominente, con detalles propios de la marca, como la parrilla en forma de ‘V’ dividida por la gran estrella de la marca. 
La parte lateral esboza líneas y planos cóncavos y convexos, mientras que la trasera, con la forma, el spoiler y la doble salida de escape y el vidrio bastante corto (dificulta la visibilidad posterior) remarcan el carácter deportivo de este modelo. No obstante, la impresión es buena desde el ángulo que se observe, puesto que la interacción entre el diseño dinámico y la aerodinámica son consecuencia de la superficie arqueada del techo y la inclinación del vidrio delantero.
En el interior la experiencia es de elegancia y confort, con calidad Premium. Destacamos tres aspectos que a nuestro criterio caracterizan la cabina. Lo primero es la posición baja de manejo, no tanto como en el Serie 1 de BMW, pero similar al Audi A3 Sportback que probamos en Alemania y que pronto estará en Colombia. 
El otro punto para destacar es la visibilidad. Dada la forma y caída de la zaga, el vidrio es sensiblemente más pequeño, por lo que tenemos que acostumbrarnos a un campo de visión reducido.
El tercer aspecto en el que hacemos mayor énfasis es el ambiente y la calidad de los materiales. Como es costumbre en Mercedes-Benz, los acabados y accesorios son de primera clase, y la comodidad es garantizada. Hay accesorios tipo retro que van en consistencia con el diseño.
Por lo demás, encontramos una consola donde predomina una pantalla fija en la parte superior, mientras que en el cuadro de instrumentos dos grandes relojes detallan la información del auto. En cada uno de ellos hay un círculo más pequeño en su interior que indica el nivel de gasolina y la temperatura del aceite del motor.
En la versión con cambio automático, tanto el freno de mano, que en este caso es eléctrico, y la palanca de velocidades se reubicaron para ganar más espacio y ubicar un portaobjetos en la consola central. La palanca se sitúa en la columna de la dirección, a la derecha del volante. Como en el Clase B, los mandos del aire acondicionado están ubicados en la parte inferior de la consola y no es fácil accionarlos sin retirar la vista de la vía. Por lo tanto, es bueno recurrir al climatizador automático para establecer una buena temperatura antes de conducir. 

Calificación A
No cabe duda que este modelo llamará la atención y, como señala la campaña de la marca, el momento de tenerlo es ahora, pues será un compacto asequible a muchos colombianos.  En la prueba de ruta, el Clase A transmite seguridad y confianza, producto de sus reacciones y a la suavidad de la dirección.
En principio los rines de 16 pulgadas con llantas 205/55 podrían restarle puntos a la apariencia (es cuestión de gustos), pero eso se compensa al transitar por vías en mal estado o fuera del asfalto, pues la suspensión es firme y la marcha sería mucho más dura. Eso sí, al momento de tomar curvas cerradas o algunas abiertas a alta velocidad, el agarre es sobresaliente a pesar de tender a irse de nariz (subviraje). Es un carro muy fácil de disfrutar.
Como en los demás modelos de la familia, el Clase A cuenta con los tres modos de manejo, ECO, Sport y Manual. El primero permite un manejo relajado, con una respuesta algo retardada pero que se elimina al pasar al modo Sport, donde la respuesta es inmediata y los cambios se hacen cerca de las 5.500 rpm.
Lo mismo ocurre en modo Manual, pues si uno no hace el cambio en ese régimen por querer aprovechar la última parte del tacómetro antes de la línea roja, el cambio entra por sí solo. Tiene un coeficiente aerodinámico de 0,27, uno de los mejores del segmento, que además de contribuir con el ahorro de combustible también mejora el nivel de insonorización de la cabina.
Además de su buena potencia, lo que más nos llamó la atención fue la entrega de torque: entre 1.250 y 4.000 rpm hacen que sea muy aprovechable desde bajas revoluciones y sea progresiva. El consumo es bajo en comparación con la potencia que emana. Por supuesto no es un velocista, pero sí un atleta de fondo. De todas formas, es un auto llamativo, con un concepto diferente, altos niveles de comodidad y seguridad, y muy sorprendente.


Agilidad  y deportividad
Son dos de las características propias de los modelos de la casa de Stuttgart. Para ofrecer un manejo dinámico cuenta con dirección asistida electromecánica y funciones de asistencia, control de estabilidad (ESP) y una suspensión cuya configuración (eje trasero de cuatro brazos) permite absorber las irregularidades. Todos estos elementos en conjunto permiten que la marcha longitudinal y lateral sean virtualmente independientes una de otra, por lo que se garantiza agilidad con alta estabilidad.

Tecnología
El motor que anima el Mercedes A 200 tiene una cilindrada 1.600 c.c., que entrega 156 caballos de potencia y un torque 250 Nm entre 1.250-4.000 rpm.  Se trata de un motor con turbocompresor por gases de escape que permite el mejor rendimiento desde bajas revoluciones. Cuenta de serie con la función de parada y arranque ECO, mecanismo que se acopla muy bien con la transmisión manual de seis velocidades o con la transmisión automática de doble embrague 7G- DCT (opcional).

Estrella de emoción
En general, el encanto más importante del Clase A es que se trata de un Mercedes-Benz, y la estrella vale. El comprador de este vehículo lo hace con emoción. Es cuando encuentran en un modelo imagen, apariencia y carácter. En estos aspectos el Clase A marca más alto que antes, y eso hace a este modelo agradablemente diferente.

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