Si el rediseño recibido por la Jeep Grand Cherokee para la cuarta generación era una vista imponente para quien se cruzara en su camino, el facelift para el modelo 2014 resalta aún más todas esas cualidades, tomando como apoyo una serie de innovaciones que lo convierten en un fuerte contendiente del segmento SUV Premium.
En primera instancia, las luces con una línea continua en LED, que también hace las veces de luz día, elevan su apariencia y le otorgan un toque distintivo, al tiempo que se complementan con unos faros bi-xenón y la inconfundible y emblemática parrilla de siete ranuras con borde cromado.
En la zona posterior, las luces traseras también reciben la misma tecnología LED, cuyas formas juegan con el talante definido y proporcionado del vehículo; un estilo que se refuerza con elementos como el sun-roof y los rines de 18 pulgadas en terminado cromado satinado. Las diferencias de los modelos vendidos en Colombia radican en su motorización: Pentastar 3.6, Hemi 5.7 y SRT8, todos con tracción a las cuatro ruedas y la nueva transmisión de ocho velocidades.
¿Transmisión de ocho velocidades?
Aquí radica la principal novedad del modelo 2014, pues dicha transmisión ha sido instalada para mejorar el consumo de combustible, el rendimiento y la marcha, algo que se nota de inmediato. Monitoreando diferentes variables, la transmisión determina el tipo de conducción para realizar los cambios acorde con esa forma de manejo.
Por otro lado, el mayor número de marchas contribuye a que a velocidades crucero el motor gire a menores revoluciones, logrando disminuir el consumo de combustible. Luego de unos 250 kilómetros recorridos, gran parte en carretera, obtuvimos un consumo promedio de 19 km/g, buena cifra para un V8 de 5.654 c.c. con 360 caballos de potencia a disposición.
Y esto fue otra de las grandes virtudes, pues a pesar de marcar prácticamente 2.500 kg (en vacío) en la báscula, nuestra Grand Cherokee no tuvo problema en ningún momento en dejar atrás al resto del tráfico. En carreteras empinadas, pasar la transmisión al modo Sport aseguraba una rápida reducción de las marchas necesarias para salir disparados y sobrepasar a más de un vehículo a la vez con total seguridad.
De igual forma, los frenos de disco ventilados adelante y sólidos atrás detuvieron siempre con contundencia a esta bestia de 4.82 metros de largo y 1.94 de ancho. En curvas, la tracción integral permanente QUADRA TRAC II, en conjunto con el control de estabilidad, nos brindó siempre una deliciosa sensación de seguridad y aplomo.
Incluso al tener que lidiar con tan imponentes dimensiones, transitar en ciudad no es ningún problema gracias a los nuevos sensores de proximidad a lo largo de la carrocería, advirtiendo en todo momento cuándo nos acercamos más de lo debido a otros objetos o vehículos, o cuándo alguien pasa muy cerca. La dirección permite operar con total suavidad, aunque nos habría gustado que fuera más rápida (menos vueltas entre topes) para mayor comodidad en espacios estrechos.
Exclusividad
Al interior, salvo por algunos plásticos rugosos en la parte baja del tablero, puertas y consola central, no hay materiales que luzcan o se sientan fuera de lugar. Las sillas delanteras, ambas con reglajes eléctricos, son cómodas a pesar de no tener la sujeción lateral que esperábamos y un espaldar algo duro en la parte baja.
De cualquier forma la posición de manejo resultó muy cómoda, asistida por una columna de dirección con ajustes eléctricos y unos espejos de gran tamaño que ofrecen excelente visibilidad. Al estacionar, la pantalla central de 8,4 pulgadas despliega una imagen clara y hasta unas líneas que muestran la trayectoria que el auto tomará dependiendo del giro del timón.
En esta pantalla vemos toda la información del sistema de entretenimiento que incluye conexión por USB y Bluetooth para el teléfono celular. Al igual que en los demás modelos en que hemos probado este sistema Uconnect, todo funcionó a la perfección, aunque la imagen de la pantalla suele perderse si le llega mucho brillo.
Esto último ocurre en parte gracias al gran techo panorámico que cuenta con una cortinilla eléctrica. La sección frontal del techo se abre, mientras que la trasera es solo panorámica, algo que los pasajeros de la banca trasera agradecerán enormemente junto con la gran comodidad de sus puestos que, hay que decirlo, cuentan con calefacción.
Capaz en todo terreno
Siendo un Jeep, no podíamos dejar fuera de nuestra prueba un trayecto fuera del asfalto. Para adentrarnos al páramo, tomamos una vía sin asfaltar, así que giramos la perilla del sistema SELECT TERRAIN al modo SAND (arena) para un rendimiento óptimo en el terreno que enfrentamos.
No hubo decepciones. A pesar de montar llantas de calle, que en parte nos permitieron algunos cortos derrapes deliciosamente controlables, la suspensión independiente en los cuatro extremos logró copar con las irregularidades sin problema alguno, la dirección dejó pasar apenas la información necesaria del camino y la rigidez estructural logró mantener la marcha siempre controlada sin movimientos ni flexiones parásitas.
Si se busca un SUV que ofrezca todas las bondades de rendimiento y comodidad que se espera del segmento Premium, pero que no deje de lado unas muy respetables capacidades para aventuras a campo traviesa, la nueva Grand Cherokee es sin duda un competidor a analizar a fondo, pues cumple con creces todos los requerimientos.
Mayor confort
Abordar la Jeep Grand Cherokee es subirse a un vehículo que emana lujo por todo lado. La tapicería y el timón son en cuero, los materiales con que se está en contacto todo el tiempo son agradables al tacto y por encima de todo sobresale la comodidad. El sistema Uconnect funciona sin problema alguno y es de fácil operación por medio de la pantalla táctil de 8.4 pulgadas, al tiempo que el teléfono, el computador de a bordo y el control de crucero se pueden operar desde el timón.
Select Terrain
Con el sistema inteligente de tracción Select Terrain se puede elegir entre los modos Snow (nieve), Sand (arena), Auto (automático), Mud (barro) y Rock (roca). Cada uno de ellos realiza ajustes en el control de tracción y en la transmisión para ofrecer el rendimiento adecuado dependiendo el tipo de terreno por donde se transite.
Versión extrema
Para quienes ponen el rendimiento por encima de las capacidades todo terreno, pero que no quieren dejar de lado las características de un vehículo Premium, Jeep también ofrece (bajo pedido) la Grand Cherokee SRT8 a un precio de $205.990.000. Aquí estamos frente a un motor V8 de 6.4 litros que desarrolla 470 caballos de potencia y 64,28 kg-m de torque, llevando a los 2.336 kg de este monstruo hasta los 100 km/h en apenas 4.8 segundos. Mantiene el sistema de tracción permanente a las cuatro ruedas y la nueva transmisión de ocho velocidades.
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