Revista viernes


El oído, un sentido que requiere atención

PADRES Y MAESTROS DEBEN ESTAR MUY ATENTOS A LA SALUD AUDITIVA DE LOS NIÑOS EN CADA ETAPA DE SU INFANCIA PARA DETECTAR PÉRDIDAS AUDITIVAS A TIEMPO

EL UNIVERSAL

07 de diciembre de 2018 12:00 AM

Mantener una salud auditiva óptima es fundamental en la comunicación humana, porque permite el desarrollo del lenguaje y la adquisición de conocimiento. Además, la audición es esencial en el desarrollo del ser humano en diversas facetas como la cultural, lingüística, social, personal y del pensamiento. Sin embargo, de acuerdo con el Ministerio de Salud y Protección Social, alrededor de 7 millones de colombianos viven con algún tipo de pérdida de audición, lo que equivale al 17% de la población.

La sordera es una condición que puede ser parcial (hipoacusia) o total (cófosis) y afecta la comunicación e interacción de quien la padece con el ambiente que lo rodea, teniendo implicaciones en su desarrollo social, emocional y profesional. En el mundo 466 millones de personas padecen de pérdida de audición discapacitante; es decir, tienen complicaciones para escuchar correctamente por los dos oídos, afectando el desarrollo de actividades diarias como el estudio o el trabajo.

En Colombia los casos de daños de oído, pérdida de audición y sordera son considerados como un problema de salud pública, porque van en aumento y pueden ser discapacitantes. De hecho, el futuro de la salud auditiva de la población global preocupa a expertos en Colombia y el resto del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1.100 millones de jóvenes entre los 12 y 35 años están en riesgo de padecer pérdida de audición por su exposición al ruido en contextos recreativos.

A pesar del creciente riesgo para el desarrollo de pérdidas de audición en Colombia, propio de los hábitos modernos, cifras oficiales señalan que solamente tres de cada diez pacientes acuden al especialista en el país. El doctor Jorge Almario, otólogo y asesor clínico de Cochlear, asegura que: “todas las personas deben tener, al menos, una cita anual con un especialista de audición, porque, aunque la aparición de una pérdida auditiva es más común en niños de 1 a 5 años o en etapa escolar y adultos mayores de 45 años, los problemas en el oído pueden aparecer a cualquier edad, ya que las causas son muy variadas”.

El especialista continúa explicando que las pérdidas auditivas pueden ser:

· Congénitas: producto de causas genéticas, complicaciones en el embarazo o en el parto por infecciones, malos procedimientos y bajo peso del menor.

· Adquiridas: provocadas por infecciones, enfermedades, medicamentos ototóxicos, golpes, alta exposición al ruido, obstrucción del canal auditivo por cerumen o cuerpos extraños y envejecimiento.

“Las pérdidas de audición congénitas y adquiridas pueden ser tratadas para recuperar la capacidad auditiva. El desarrollo tecnológico nos permite contar con alternativas para tratar diversos tipos de hipoacusia como implantes cocleares e implantes osteointegrados”, comentó el doctor Santiago Hernández, otólogo en la Clínica Marly en Bogotá y miembro de la Asociación Colombiana de Otología y Neurotología. “La atención de la pérdida de audición con implantes auditivos es un tratamiento costo-efectivo para la sociedad porque permite que el paciente desarrolle una vida normal”.

Las consecuencias de no atender las pérdidas auditivas con especialistas pueden repercutir negativamente en la vida de quienes las padecen. Constanza Acevedo, Presidente de la Fundación ECO, sostiene que: “en adultos las pérdidas de audición pueden generar dependencia de otros familiares, así como la exclusión del sistema laboral. Mientras que las pérdidas auditivas en los niños pueden reflejarse en falta de atención y retraso en el desarrollo del lenguaje oral, factores que van a dificultar su educación en la escuela y su desarrollo social y cognitivo”.

Los expertos concuerdan en afirmar que padres y maestros deben estar muy atentos a la salud auditiva de los niños en cada etapa de su infancia para detectar pérdidas auditivas a tiempo.

El equipo detrás de la rehabilitación de una persona con pérdida de audición está conformado por varios profesionales, como especialistas médicos, fonoaudiólogos y audiólogos, psicólogos y trabajadores sociales.

El doctor Almario agregó que las tecnologías para atender pérdidas de audición benefician a los pacientes, sus familias, la sociedad y el sistema de salud. “Los usuarios del implante auditivo pueden mantener una excelente calidad de vida y desarrollar todo su potencial. En el caso de los niños, con la rehabilitación, podrán desarrollar el lenguaje oral y mantener la misma evolución que los niños oyentes. Por otra parte, los adultos que perdieron la audición en algún momento de su vida tienen la posibilidad de recuperar este sentido, retomar sus trabajos y fortalecer su confianza y desarrollo social. La intervención con el implante coclear tiene un impacto que se extiende por toda la vida del usuario, si se mantienen los controles y cuidados de rigor”.

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