Dentro de algunos años los lingüistas estudiarán por qué hacia la primera década del siglo XXI se comenzó a acuñar la frase “dame tu PIN”. El PIN era un símbolo de estatus, de haber pasado de tener un celular con el que apenas se llamaba, se recibían SMS y se podía jugar “culebrita” a poseer uno que era un computador en sí mismo.
El PIN era el código de entrada a un culto, el de los que tenían un Blackberry en sus manos, un teléfono tan fuera de su categoría que creó una nueva era en las telecomunicaciones: la suya misma, que luego le daría campo a los restantes smartphones.
Pues esa era, cuyo ocaso ya estaba consumado, se terminó esta semana, cuando dejaron de funcionar los BlackBerry con sistemas operativos 7.1, 10 o PlayBook OS 2.1, o incluso los previos por decisión de la compañía canadiense, devenida en una fabricante de software.
íChao Blackberry! Fuiste realmente el primero teléfono inteligente y ese “dame tu PIN” fue toda una leyenda de la comunicación humana.
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