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Consejos para aprovechar al máximo Google Académico

Para aprender a sacarle provecho a la herramienta, que nació en 2006, vale la pena dar un rápido vistazo a cómo funciona el mundo editorial en la web.

COLPRENSA-EL COLOMBIANO

21 de abril de 2020 06:45 PM

Google académico es una de las tantas bases de datos que agrega contenido de investigación relevante. También está Microsoft Académico, Scielo y Dialnet, por mencionar otras.

En la herramienta de Google se encuentran artículos indexados a revistas científicas, versiones previas a una publicación y literatura gris, es decir, estudios de caso y estados del arte de un tema específico. Eso explica el bibliotecólogo Santiago Villegas-Ceballos.

Para aprender a sacarle provecho a la herramienta, que nació en 2006, vale la pena dar un rápido vistazo a cómo funciona el mundo editorial en la web. Villegas-Ceballos, que trabaja ayudando a las bibliotecas a transformarse en lo digital, explica:

“Hay dos grandes editoriales en la ciencia: Elsevier y Web of Science. Ambas tienen muchas bases de datos en temas especializados. Las mejores y que tienen los artículos más recientes no son abiertas: una suscripción anual puede costar hasta 150.000 dólares. La mayor parte del contenido que muestra Google son de estas editoriales y no está abierto, pero explorando los filtros y las búsquedas avanzadas se puede llegar a material científico útil”.

Unos minutos para verla

Cuando usted pone un término en la barra de Google Académico, los primeros resultados que el buscador le mostrará son los que considera relevantes de acuerdo con sus intereses.

No serán ni los más recientes ni los que están abiertos.

La base de datos también añadió recientemente enlaces de sitios especializados con estudios sobre el nuevo coronavirus. Aparecen debajo de la barra de búsqueda. Por eso pruebe con otro término para conocer su aspecto y aprender para qué sirve cada cosa.

Del lado derecho identifique el formato en el que están disponibles los resultados y la página web donde se encuentra; también si de trata de un libro. Si encuentra un resultado útil lo puede guardar con la estrella que aparece abajo y luego encontrará la información en la parte superior derecha, donde dice “Mi biblioteca”.

Eso le evitará abrir cada resultado en una pestaña nueva y llenar la barra de su navegador con temor a perder alguna publicación.

Luego pruebe con los filtros para encontrar artículos abiertos y relevantes para su objetivo de investigación. Según la experiencia del bibliotecólogo, los artículos más recientes son los que suelen estar cerrados.

Puede elegir que le muestren resultados solo desde un año específico o en un lapso determinado. También puede configurar una alerta en el sobre que aparece en la columna de izquierda, eso hace que Google le envíe el contenido más reciente que añada sobre un término específico de búsqueda como “aves marinas”.

Si el artículo que se ve más llamativo para usted está cerrado, pruebe dando clic en la opción “artículos relacionados” o “todas las versiones”, que muestra el contenido más antiguo de un mismo artículo pero que de pronto puede estar abierto y tener la información que usted necesita.

Google da recomendaciones para novatos e investigadores avanzados en su página de ayuda:

“Si eres nuevo en el tema, puede ser útil recoger la terminología de fuentes secundarias. Por ejemplo, un artículo de Wikipedia sobre “sobrepeso” podría sugerir una búsqueda académica de “hiperalimentación pediátrica”. Antes de ir a una base de datos, conozca los términos especializados para ir al grano.

“Del mismo modo, si los resultados de la búsqueda son demasiado básicos para usted, haga clic en “Citado por” para ver los trabajos más recientes que los han referenciado. Estos trabajos más recientes suelen ser más específicos”, se explica en la web de ayuda de la base de datos.

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